Los sueños del patriarca José. Un hebreo en el Antiguo Egipto.
Los sueños del patriarca José. Un hebreo en el Antiguo Egipto.
"Vendrán siete años de hambre, que harán olvidar toda la abundancia de Egipto (...) y al repetirse dos veces, el sueño del faraón significa que la cosa está firmemente decidida por Dios y que está a punto de realizarla".
"El sueño del faraón es uno sólo".
"Padre, he visto once estrellas, el sol y la luna: los he visto prosternándose ante mi."
El profeta José.En el Antiguo Testamento de la Biblia, aparece el personaje del patriarca José. Hijo del patriarca Jacob y de Raquel, José, el undécimo hijo de una familia de pastores, se convirtió en la figura que representó a todas las tribus del norte de Israel.
"Fue el hijo predilecto de su padre, hecho que provocó la aversión y envidia de sus hermanos quienes lo vendieron a unos comerciantes madianitas, y éstos lo hicieron, a su vez, a un señor de la corte faraónica. En este momento inicia su historia en el Valle del Nilo." Profesor Dr. Sayed Salama, Egiptólogo de El Cairo.
El objeto de las envidias de los hermanos de José, fue un curioso regalo de su padre Jacob, descrito como un "abrigo de muchos colores". José, será finalmente vendido, por sus celosos hermanos, quienes se deshacen de él, al entregarlo como esclavo, a unos ismaelitas o madianitas.
Al conseguir la venta de José como esclavo, se promete la reconciliación familiar, por calmar la hambruna de su clan. Pero antes, José como funcionario del rey de Egipto, acusará a sus hermanos de ser espías, y les someterá a unas pruebas.
"Viendo Jacob que en Egipto había trigo, dijo a sus hijos: ¿Por qué os estáis mirando unos a otros? Me he enterado que en Egipto hay trigo; así que bajad allá y comprad para nosotros para que podamos vivir y no muramos".
José dice a sus hermanos:
"Haced esto para salvar la vida, porque yo temo a Dios: si sois sinceros, que uno de vosotros quede preso y los demás partid y llevad el trigo para remediar el hambre de nuestra familia, pero tenéis que traerme a nuestro hermano menor; así se verá que decís la verdad y no moriréis."
El patriarca se ganó el favor del rey de Egipto, al ser considerado el gran profeta de los sueños. La interpretación de los sueños tuvo un gran valor en el Antiguo Egipto; aunque los primeros sueños de José, ya se habían producido en la etapa de su infancia.
"El rey dijo: ¡Traédmelo! Le destino a mi servicio (...) Hoy has encontrado entre nosotros un puesto de autoridad.
José dice al faraón: ¡Ponme al frente de los almacenes del país! ¡Yo se bien como guardarlos! Y así dimos poderío a José (...) podía establecerse donde quería."
Los descendientes de José se multiplicaron hasta conformar a los hebreos, quiénes acabarán partiendo de Egipto hacia Israel.
"Los egipcios no rechazaban a los beduinos por el hecho de ser pastores, pues el pastoreo era una de las bases económicas del Valle del Nilo, más bien era debido a que, por su condición de itinerantes, eran personas carentes de higiene y limpieza, lo que fastidiaba enormemente al egipcio, que se procuraba numerosos cuidados personales. Los beduinos eran calificados como gentes bárbaras e ignorantes." Profesor Dr. Sayed Salama, Egiptólogo de El Cairo.
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El antepasado de José fue el profeta Abraham, un arameo nacido en la gran ciudad de Ur, en la llanura baja de la antigua Mesopotamia, cercana a la desembocadura del famoso río Eúfrates, en el Golfo Pérsico. Ur, una de las ciudades mencionadas en la Biblia, fue descubierta por los arqueólogos ingleses en el Tell al-Muqayyar (la Colina de los Peldaños). Según los textos, se produjeron trágicas crecidas e inundaciones que obligaron a los arameos a desplazarse hacia el Valle del Nilo. Foto: Musée du Louvre. "Las ciudades eran gobernadas por vicarios que nombraba el rey de Ur, y los templos eran controlados por su aparato administrativo. Los soberanos multiplicaron los edificios religiosos de las ciudades santas y pusieron de manifiesto su riqueza mediante el empleo muy difundido del ladrillo (...) las construcciones más grandiosas las reservarían para la ciudad de Ur." Profesor Dr. Sayed Salama, Egiptólogo de El Cairo.
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