Babilonia. La ciudad de los imperios de la antigua Mesopotamia.

Babilonia. La ciudad de los imperios de la antigua Mesopotamia. Una unificación tardía en el II milenio a.C.


Modelo del Museo de Pérgamo, con la representación de la Vía de la Procesión hacia la famosa Puerta de Ishtar.
El modelo fue realizado por  la firma de Berlín Hummel y pintado por E. Andrade, antes de 1930.
La maqueta muestra al visitante del museo, la reconstrucción de una estructura inmensa de la doble puerta, con una elevación del recinto en tres fases.
En su interior se ubicaba la ciudad de Babilonia, con un urbanismo bien planificado. Las grandes puertas de bronce de la muralla de la ciudad, iniciaban las calles principales, que se encontraban, aproximadamente paralelas al río. La calle más importante de todas ellas, fue la la Vía de la Procesión, que transcurrió al lado este del Palacio del Sur.
La puerta de Ishtar era conocida en babilonio como "Aibur-shabu" ("el enemigo jamás pasará").
La reconstrucción (de la última fase de la puerta) que puede verse en el Museo de Berlín, mide 14.30m de altura; según los cálculos la original sería más alta, llegando a una altura de 23m.
Foto: Wikimedia Commons 
Museo de Pérgamo.


León andante de la Puerta de Ishtar en Babilonia, realizado con ladrillos en relieve vidriados (esmaltados). El león fue el símbolo de la realeza de Próximo Oriente, por su fiereza y dominio sobre todas las criaturas, al mismo tiempo, símbolo de la diosa Ishtar, diosa de la guerra y del amor de Babilonia.
La Vía de la Procesión que conectaba el área del norte hacía la Puerta de Ishtar, estaba bordeada por altas murallas con unos 120 impresionantes leones. Los fondos son azules y los leones blancos o amarillos, con melenas amarillas o rojas.

Foto: Wikimedia Commons / Museo de Pérgamo (Berlín, Alemania).
"En la puerta mas antigua todavía pueden verse unos 150 toros y dragones, símbolos de Adad y Marduk, construidos con ladrillo moldeado sencillo. La puerta más reciente estaba decorada brillantemente con animales semejantes, en este caso de ladrillo vidriado cuyo color de fondo era un azul intenso; los animales eran alternativamente de color amarillo y blanco. La puerta vidriada original puede verse ahora en el Museo de Berlín Oriental, a la vez que se ha construido una reproducción de tamaño medio para que los turistas la contemplen cerca de la entrada oficial del lugar. Al salir de la puerta, la Vía de la Procesión pasa por delante del Palacio del Sur, forma pendiente hacia abajo y luego, unos 900 metros hacia el sur, se desvía hacia el oeste entre el recinto del zigurat y el templo de Marduk, camino del puente sobre el Eúfrates que construyó Nabopolasar o su hijo."  
"En la calzada misma,  (de la Vía de la Procesión) que subía suavemente hacia la puerta, todavía se conservan las magníficas losas del siglo VI, las cuales serían pisadas con frecuencia por Nabucodonosor, Daniel y Darío (...) en el borde de cada losa todavía aparece inscrita la dedicación de Nabucodonosor , visible sólo para el dios."  
Joan Oates (Arqueóloga y profesora de la Universidad de Cambridge, especialista en Próximo Oriente).  
" !Vamos, adelante , Señor, el rey te aguarda! !Vamos adelante, Nuestra Señora, el rey te aguarda! !El Señor de Babilonia avanza, las tierras se arrodillan ante él! Sarpanitum avanza, hierbas aromáticas arden con fragancia.  Al lado de Ishtar de Babilonia, mientras sus siervos tocan la flauta, !Toda Babilonia va jubilosa!
 " En Babilonia, la ciudad del señor de los dioses, entré con júbilo, con alegre corazón, y con radiante semblante. Me así a la mano del gran señor Marduk y fui en peregrinación a la Casa de la Fiesta del Año Nuevo (Bit Akitu)".
Sargón (poderoso rey del último período asirio de Babilonia).
La "Reina de la noche". Panel de arcilla cocida, del siglo XIX a XVIII a.C., con la representación frontal de una diosa, como una mujer desnuda con alas y garras en sus piernas, vistiendo un tocado de cuernos rematados por un disco. La diosa porta un collar y pulseras en sus muñecas, mientras en sus manos sostiene unas varillas de anillo. La figura femenina tiene un par de de búhos a ambos lados, y está apoyada sobre sendos leones. Fue atribuida a Ishtar Inana de Babilonia. La losa estaría policromada; se han encontrado restos de los pigmentos rojos, negros y blancos.
Foto: British Museum. 

" La unión de un dios y una diosa no era en último caso ni un acto del culto ni un símbolo, sino un acontecimiento en la naturaleza cuya inmediata consecuencia era la restauración de la fertilidad de los campos, rebaños y hombres, después del estancamiento del invierno o del verano." Henri Frankfort (1897-1954). Arqueólogo y catedrático especialista en Próximo Oriente.
Próximo Oriente en el S. VI a.C.

Mapa: Creative Commons / Wikipedia.

Babilonia se ubicó en la actual Irak (la antigua Mesopotamia) y abarcó las tierras del norte de Bagdad y el Golfo Pérsico. La unificación de su territorio, se produjo de forma tardía en la historia antigua del Próximo Oriente, puesto que la primera dinastía babilónica se inició a principios del II milenio a.C.


La ciudad de Babilonia, no fue como Nínive, su antigua ciudad rival, cuyo pasado se perdía en las brumas de la prehistoria (VI milenio a.C.).
Babilonia, tampoco tuvo los primeros reyes de la antigua Mesopotamia. Su nombre será conocido a finales del III milenio a.C.; habiendo transcurrido unos mil años, desde la invención de la escritura 
(los primeros escribas no explicaron sobre la ciudad) y varios milenios después de los primeros asentamientos agrícolas. 

Aunque en sus inicios constituiría un poblado sin importancia, la ciudad de Babilonia, centro de poderosos reyes, hará su aparición en las letras de oro de la Historia, al ser descrita con gran opulencia, como un núcleo impresionante y magnífico, para terminar condenada por los escritores hebreos como paradigma del paganismo y el pecado; una leyenda negra que perdurará edades en la Historia. El ejemplo más notorio, será la descripción de la ciudad con el símbolo de la prostituta de Babilonia (aunque algunos autores la asocian con el Jerusalén terrenal). 
En el Apocalipsis será descrita como una "gran ciudad vestida de lino fino, de escarlata y grana, dorada de oro y adornada de piedras preciosas y perlas", nombrada como la "Madre de las Fornicaciones" y las "Abominaciones de la Tierra."



Río Eúfrates en Irak, con algunas palmeras datileras.

Foto: Jayel Haeram, Irak / Flickr
"La tierra de Babilonia es una llanura aluvial trazada por el Tigris y el Eúfrates, cuyas inundaciones, a diferencia de la inundación anual del Nilo en Egipto, son tan violentas como imprevisibles." Joan Oates (Arqueóloga y profesora de la Universidad de Cambridge, especialista en Próximo Oriente).
El objetivo de la supervivencia de la civilización dependerá del riego artificial. Conformando una tierra de matorrales en los márgenes fluviales y el desierto, apta para el pasto de las ovejas y camellos. Una vez regado el suelo aluvial, la tierra se transformará en fértil, produciendo cebada y frutos como los dátiles, sus principales cultivos, convirtiendo Babilonia, en un gran granero.

Babilonia, en contra, careció de materias primas como: piedra, madera y metales. Su mayor industria será el trabajo del barro de la orilla del río, utilizado como material de construcción. 

Para la obtención de las otras materias primas necesarias para desarrollar la civilización, Babilonia, tuvo que comunicarse con el resto de territorios del Próximo Oriente, y lo realizó mediante una extensa red de caminos. La ruta más vital transcurrió por el río Eúfrates y los otros ríos, estableciendo las relaciones con los países tributarios, no sólo para el abastecimiento, sino también para la expansión militar.

En la parte meridional existieron grandes pantanos con explosión de flora y fauna, que actualmente han retrocedido. Los expertos creen que se trataban de pantanos permanentes (no estacionales).



Aspecto de los restos de la ciudad de Babilonia (Irak) durante las excavaciones, en el año 1975.
Asiria arrebató protagonismo político a Babilonia, durante los tres primeros siglos del I milenio a.C. pero en el ámbito cultural se mostró como una gran metropoli intelectual  del país.
Foto: Wikimedia Commons / 
Herbert Reichlich


A inicios del II milenio Babilonia aparece en el contexto de los pueblos semitas (los antecesores de los antiguos hebreos).
Aquellas tierras recibieron la aportación de muchos pueblos, de los primeros en la Historia, los amorritas, serían quienes hacia 1750 a.C., acabarían con el régimen de las ciudades-estado, que habían adquirido fuerza bajo las dinastías reales de Ur (Ur III); aquel sistema político había finalizado, hacia la configuración de un reino, colocando a Babilonia como una capital.

Babilonia a grandes trazos, conformó tres imperios:  El Primer Imperio Babilónico (2000-1500 a.C.) bajo los hititas, cuando Babilonia fue una gran ciudad, El Imperio Asirio (1800-600 a.C.) con la invasión de los medos y los caldeos, cuando pierde la capitalidad, ensombrecida ante otras ciudades principales, como Nínive, Calach y Assur (hasta que Nínive cayó en el 612 a.C. y Assur sufrió devastación en el 614 a.C.) y el Nuevo Imperio Babilónico (600-500 a.C.) bajo el reino de los persas, de nuevo gran capital (con la toma de Babilonia por Ciro, en el 539 a.C.).

Babilonia obtuvo gran reconocimiento en la Historia, por sus médicos y magos. Los médicos llevaban sus cabezas rapadas y se les atribuye una cierta soberbia; transportaban sus bolsas portátiles con sus instrumentos y medicinas. Desarrollaron especialistas como el  "médicos de ojos" e incluso los textos citan a las "mujeres médicas". 
" Los asu utilizaban sobre todo "remedios" (bultu: "que da la vida"), obtenidos de todos los reinos naturales, pero sobre todo de las plantas: de ahí su denominación genérica de "simples" (shammu). Estas se utilizaban frescas o secas, enteras o en polvo, generalmente mezcladas para aumentar sus efectos. También se recurría a productos minerales, como sales o piedras, y animales: sangre, carne, piel, huesos, excrementos..." Jean Bottéro (1914-2007), experto historiador en Próximo Oriente.
Babilonia utilizó la escritura para temas administrativos y contables. Las listas más antiguas  que se han documentado, nos refieren sobre el ganado y las herramientas agrícolas.
"Han llegado hasta nosotros cantidades ingentes de documentos babilónicos, lo cual se debe a la naturaleza virtualmente indestructible de la arcilla cuando se seca, y sobre todo, cuando se cuece, ya sea a propósito, o en un horno, o en un incendio fortuito. Como mucho, la mayoría de estos documentos son de carácter económico y se ocupan de transacciones cotidianas tales como ventas de tierra y préstamos. También existen inscripciones reales, generalmente crónicas de las campañas militares de un rey, o de sus actividades relacionadas con la construcción." Joan Oates (Arqueóloga y profesora de la Universidad de Cambridge, especialista en Próximo Oriente).
Estela con el Código de Hammurabi. En ella, se ha esculpido en relieve al dios Marduk de la justicia, sentado, haciendo entrega de las leyes a Hammurabi.
El rey no alcanzaba la categoría de dios, asimilado a Marduk, sino que oficiaba como un maestro de ceremonias.
La estela del rey Hammurabi fue robada como botín de guerra por el rey de Elam, en el año 1200 a.C.
Durante el reinado de Hammurabi 
(1792-1750 a.C.) Babilonia alcanzará la máxima gloria, constituyendo un imperio personal, por lo tanto, frágil como muchos otros en la Historia. En treinta años, este rey, mediante las promesas y las amenazas (diplomacia y guerra) configuró un Estado, que no pudo incluir a Elam. 
En su código se estableció una desigualdad social ante los castigos.
"Si un hombre ha entrado por fractura en una casa, se le condenará a muerte y se le colgará ante la brecha que ha causado".
"Si una sacerdotisa o sumosacerdotisa, que no vive en un claustro, abre una cervecería o entra en una cervecería a por licor, quemarán a esa mujer".
"Si un hijo ha golpeado a su padre, se le cortará la mano".
"Si un hombre ha reventado el ojo de un hombre libre, se le reventará un ojo".
"Si un hombre golpea a la hija de un hombre libre y la hace abortar, pagará 10 siclos de plata por el fruto de su vientre."
"Si ha reventado el ojo del esclavo de un hombre libre, o roto el miembro del esclavo de un hombre libre, pagará la mitad de su precio."

En el código de Hammurabi se encuentran representadas las clases sociales de Babilonia: el señor o patricio de la oligarquía reinante ("amelu"), el hombre pobre semilibre o plebeyo ("muskenum"), quien incluso podía tener esclavos, pero no podía acceder a los cargos públicos, ni ser propietario de tierra, sino usufructuario. El plebeyo no puede llevar armas y queda al servicio auxiliar de la fuerza militar y el poder. Probablemente aquel estamento estuvo formado por las viejas estirpes, que en sus orígenes fueron sometidas por la conquista, siendo libres, aunque con mucha sujeción y control, y en el más bajo estamento social, se encontraba la esclavitud. En resumen, la sociedad aparece dividida en tres categorías: dos según sus posesiones económicas, siendo la tercera, el esclavo, como el más desfavorecido.
Foto: Wikipedia / Musée du Louvre


El mayor templo de Babilonia estuvo en Esagila. Estaba reservado al dios principal de la ciudad: Marduk. Fue construido a una distancia de aproximadamente 1 km de distancia respecto a los palacios reales.  A una profundidad de 21 metros se llegó a encontrar un suelo pavimentado del templo, con inscripciones que rememoraban a sus constructores los reyes asirios: Asurbanipal y Asarhaddón. 
"(Aquí estaba) la gran figura sentada de Marduk, toda de oro sobre un trono de oro, apoyada en una base de oro, con una mesa dorada a su lado (...) para hacer todo esto se utilizaron más de 22 toneladas de oro. Fuera del templo hay un altar dorado, y hay otro, no de oro, pero de gran tamaño." Heródoto (historiador griego S. V. a.C.).
La caída del imperio de Babilonia coincide con la llegada de los casitas. Aunque los casitas, procedentes de las montañas del este, aparecieron mencionados en los textos de Babilonia Occidental, en la región del Eúfrates.
" En los primeros años del S. XVI (a.C.), el rey de los hititas, Mursil I , después de haber neutralizado las ciudades de Urshu y de Karkemish, desciende por el curso del Eúfrates y asalta Babilonia. La caída de la ciudad tiene una importancia más simbólica que real, pues Babilonia no era ya en aquel momento más que la capital de un Estado minúsculo. Por el contrario, el avance de los ejércitos hititas abre paso a la invasión casita, cuyos dirigentes ocupan el trono que había quedado vacante (...)
Sabemos poco sobre el origen de los casitas. Vienen de Irán y alcanzan Mesopotamia por la región de Kermansah a comienzos del II milenio (...)
Samuiluna construyó, cerca de Hfadja, la fortaleza de Dur-Samsuiluna; la primera mención de los casitas en los documentos babilonios data, en efecto, del noveno año de su reinado."
Pierre Lévêque (1921-2004) gran historiador francés de la Antigüedad.

También Babilonia sufrirá los ataques de los hititas, y la ciudad caerá en una época oscura, con mucha falta de información.


Con el último rey casita en Babilonia, se produjo una larga etapa de inestabilidad política, siendo el país regido por seis dinastías sin éxitos atribuibles. Le seguirá otro período oscuro con los caldeos, y hasta la llegada de los asirios, persas y griegos, la ciudad no volverá a resurgir con fuerza en las fuentes documentales.

Podemos concluir que Babilonia fue destruida, conquistada y reconstruida, según los imperios que la ocuparon.


Bajorrelieve de Dur-Sharrukin mostrando a Senaquerib ante su padre Sargon II. Senaquerib (740 a.C. - 681 a.C.) rey de Asiria ha sido considerado por la historiografía como uno de los destructores de Babilonia. 

Entre el año 911 a.C. hasta el año 891 a.C., a partir del rey Adad, Asiria se recuperó, ejerciendo una fuerza militar, política e intelectual, que ya con Sargón II ( 731 a.C. - 705 a.C.) y su descendiente Senaquerib alcanzaría la apariencia de un imperio, pero en el año 612 a.C. la ciudad de Nínive sucumbe ante las fuerzas de Babilonia y sus aliados medos; como consecuencia, Asiria se desvanece.
Foto: Wikimedia Commons / Musée du Louvre.



Nabucodonosor I y II fueron las figuras más célebres de la historia antigua del Próximo Oriente. Reconocidos como ambiciosos constructores (la obra iniciada por el I, continuaría con el II) famosos por ordenar levantar los supuestos jardines colgantes de Babilonia, que según la Arqueología, quizá estuvieron relacionados con el palacio real e innovadoras técnicas de irrigación.

Nabucodonosor I, entre 1124 y 1103 a.C. devolvió a Babilonia (gobernada por los casitas) su anterior esplendor.
Nabucodonosor I, restaurador de la destrucción de los elamitas, que dejaron Babilonia en ruinas, reconstruyó los palacios, como el Esangil.
Su reino disfrutó de una elevada literatura y el dios de babilonia Marduk quedará entronizado, más alto en el panteón real que nunca, como demuestra su Epopeya de la Creación, que describe a Marduk como dios del universo y convirtió a Babilonia en su capital espiritual.
Para la tradición Nabucodonosor, será el Sol de su pueblo, entrando en los relatos legendarios.
A pesar de que las invasiones de pueblos nómandas oscurecerán el brillo cósmico de Nabucodonosor.

La tradición cuenta que el rey de Judá se sometería a Nabucodonosor II (630-562 a.C.) junto con otros hebreos, conducidos a Babilonia como rehenes (entre ellos el profeta Daniel).


"La respuesta de Daniel al rey", hermosa pintura al óleo de Briton Rivière del siglo XIX.
Según la tradición hagiográfica, Daniel perteneció a una familia aristócrata hebrea del Reino de Judá. Daniel sería exiliado, siendo muy joven, por la caída de Jerusalén, en la ciudad de Babilonia. Su sabiduría asombró a Nabucodonosor II, quien permitió a David formar parte de su corte, como augur de sus sueños. En el año 539 a.C. la ciudad cayó en manos de los persas; Dario I continuaría apreciando el poder de vaticinio y los consejos del profeta hebreo, pero los celos e intrigas de sus enemigos, le llevarían finalmente a ser lanzado al foso de los leones. Según cuenta la leyenda, Daniel sobrevivió por su calma y fe, para ser perdonado finalmente por el rey Dario. Su historicidad como personaje real es improbable, aunque se le consideró el escritor del Libro de Daniel, actualmente tampoco se cree en la presunta autoría del libro del Antiguo Testamento y la Tanakh (Biblia hebrea).
Imagen: Wikimedia Commons / 
Manchester City Art Gallery

Nabucodonosor II atacó Egipto sin éxito, a pesar de causar muchas muertes entre ambos bandos.

En el año 597 a.C. el rey de Babilonia se dirigió a sitiar Jerusalén, que no fue destruida. Según los anales de los hebreos se capturaron 10.000 personas y se impusieron fuertes tributos, como parte del tesoro de Salomón y del palacio real.

En el año 539 a.C., Ciro el Grande conquistará Babilonia, que pasará a configurarse como una simple satrapía del Imperio de los Aqueménidas.

El siguiente gran conquistador de Babilonia, por todos conocido  ( desde la genial trilogía de Valerio Massimo Manfredi y la entretenida película épica del cineasta Oliver Stone de 2004) fue el líder macedonio Alejandro Magno, quien se dedicó con grandes ambiciones a la conquista de todo Oriente, siempre mostrando un elevado refinamiento en los lujos y el Arte.
Después de su muerte,  en el año 323 a.C., le sucedieron los seléucidas.

En el S. II a.C. perdiendo el esplendor del Helenismo, Babilonia recibirá diferentes culturas y sistemas políticos, que terminarán con su configuración de civilización esplendorosa, no en vano, sus aportes, de descubrimientos pasados, siempre perdurarán, enriqueciendo, influyendo e inspirando a otras tierras y culturas, inclusive a las actuales.




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