Babilonia. La ciudad de los imperios de la antigua Mesopotamia.
Babilonia. La ciudad de los imperios de la antigua Mesopotamia. Una unificación tardía en el II milenio a.C.
Babilonia se ubicó en la actual Irak (la antigua Mesopotamia) y abarcó las tierras del norte de Bagdad y el Golfo Pérsico. La unificación de su territorio, se produjo de forma tardía en la historia antigua del Próximo Oriente, puesto que la primera dinastía babilónica se inició a principios del II milenio a.C.
La ciudad de Babilonia, no fue como Nínive, su antigua ciudad rival, cuyo pasado se perdía en las brumas de la prehistoria (VI milenio a.C.).
Babilonia, tampoco tuvo los primeros reyes de la antigua Mesopotamia. Su nombre será conocido a finales del III milenio a.C.; habiendo transcurrido unos mil años, desde la invención de la escritura (los primeros escribas no explicaron sobre la ciudad) y varios milenios después de los primeros asentamientos agrícolas.
Babilonia, tampoco tuvo los primeros reyes de la antigua Mesopotamia. Su nombre será conocido a finales del III milenio a.C.; habiendo transcurrido unos mil años, desde la invención de la escritura (los primeros escribas no explicaron sobre la ciudad) y varios milenios después de los primeros asentamientos agrícolas.
Aunque en sus inicios constituiría un poblado sin importancia, la ciudad de Babilonia, centro de poderosos reyes, hará su aparición en las letras de oro de la Historia, al ser descrita con gran opulencia, como un núcleo impresionante y magnífico, para terminar condenada por los escritores hebreos como paradigma del paganismo y el pecado; una leyenda negra que perdurará edades en la Historia. El ejemplo más notorio, será la descripción de la ciudad con el símbolo de la prostituta de Babilonia (aunque algunos autores la asocian con el Jerusalén terrenal).
En el Apocalipsis será descrita como una "gran ciudad vestida de lino fino, de escarlata y grana, dorada de oro y adornada de piedras preciosas y perlas", nombrada como la "Madre de las Fornicaciones" y las "Abominaciones de la Tierra."
Río Eúfrates en Irak, con algunas palmeras datileras.
Foto: Jayel Haeram, Irak / Flickr
"La tierra de Babilonia es una llanura aluvial trazada por el Tigris y el Eúfrates, cuyas inundaciones, a diferencia de la inundación anual del Nilo en Egipto, son tan violentas como imprevisibles." Joan Oates (Arqueóloga y profesora de la Universidad de Cambridge, especialista en Próximo Oriente).
El objetivo de la supervivencia de la civilización dependerá del riego artificial. Conformando una tierra de matorrales en los márgenes fluviales y el desierto, apta para el pasto de las ovejas y camellos. Una vez regado el suelo aluvial, la tierra se transformará en fértil, produciendo cebada y frutos como los dátiles, sus principales cultivos, convirtiendo Babilonia, en un gran granero.
Babilonia, en contra, careció de materias primas como: piedra, madera y metales. Su mayor industria será el trabajo del barro de la orilla del río, utilizado como material de construcción.
Para la obtención de las otras materias primas necesarias para desarrollar la civilización, Babilonia, tuvo que comunicarse con el resto de territorios del Próximo Oriente, y lo realizó mediante una extensa red de caminos. La ruta más vital transcurrió por el río Eúfrates y los otros ríos, estableciendo las relaciones con los países tributarios, no sólo para el abastecimiento, sino también para la expansión militar.
En la parte meridional existieron grandes pantanos con explosión de flora y fauna, que actualmente han retrocedido. Los expertos creen que se trataban de pantanos permanentes (no estacionales).
Aspecto de los restos de la ciudad de Babilonia (Irak) durante las excavaciones, en el año 1975.
Asiria arrebató protagonismo político a Babilonia, durante los tres primeros siglos del I milenio a.C. pero en el ámbito cultural se mostró como una gran metropoli intelectual del país.
Foto: Wikimedia Commons / Herbert Reichlich
A inicios del II milenio Babilonia aparece en el contexto de los pueblos semitas (los antecesores de los antiguos hebreos).
Aquellas tierras recibieron la aportación de muchos pueblos, de los primeros en la Historia, los amorritas, serían quienes hacia 1750 a.C., acabarían con el régimen de las ciudades-estado, que habían adquirido fuerza bajo las dinastías reales de Ur (Ur III); aquel sistema político había finalizado, hacia la configuración de un reino, colocando a Babilonia como una capital.
Babilonia a grandes trazos, conformó tres imperios: El Primer Imperio Babilónico (2000-1500 a.C.) bajo los hititas, cuando Babilonia fue una gran ciudad, El Imperio Asirio (1800-600 a.C.) con la invasión de los medos y los caldeos, cuando pierde la capitalidad, ensombrecida ante otras ciudades principales, como Nínive, Calach y Assur (hasta que Nínive cayó en el 612 a.C. y Assur sufrió devastación en el 614 a.C.) y el Nuevo Imperio Babilónico (600-500 a.C.) bajo el reino de los persas, de nuevo gran capital (con la toma de Babilonia por Ciro, en el 539 a.C.).
Babilonia obtuvo gran reconocimiento en la Historia, por sus médicos y magos. Los médicos llevaban sus cabezas rapadas y se les atribuye una cierta soberbia; transportaban sus bolsas portátiles con sus instrumentos y medicinas. Desarrollaron especialistas como el "médicos de ojos" e incluso los textos citan a las "mujeres médicas".
" Los asu utilizaban sobre todo "remedios" (bultu: "que da la vida"), obtenidos de todos los reinos naturales, pero sobre todo de las plantas: de ahí su denominación genérica de "simples" (shammu). Estas se utilizaban frescas o secas, enteras o en polvo, generalmente mezcladas para aumentar sus efectos. También se recurría a productos minerales, como sales o piedras, y animales: sangre, carne, piel, huesos, excrementos..." Jean Bottéro (1914-2007), experto historiador en Próximo Oriente.
Babilonia utilizó la escritura para temas administrativos y contables. Las listas más antiguas que se han documentado, nos refieren sobre el ganado y las herramientas agrícolas.
"Han llegado hasta nosotros cantidades ingentes de documentos babilónicos, lo cual se debe a la naturaleza virtualmente indestructible de la arcilla cuando se seca, y sobre todo, cuando se cuece, ya sea a propósito, o en un horno, o en un incendio fortuito. Como mucho, la mayoría de estos documentos son de carácter económico y se ocupan de transacciones cotidianas tales como ventas de tierra y préstamos. También existen inscripciones reales, generalmente crónicas de las campañas militares de un rey, o de sus actividades relacionadas con la construcción." Joan Oates (Arqueóloga y profesora de la Universidad de Cambridge, especialista en Próximo Oriente).
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