El imperio de los nómadas. Los mongoles.

El imperio de los nómadas. Los mongoles y la historia de los pueblos del Asia central. El gran imperio de Gengis Kan.


Los pueblos nómadas de Asia atacaban a los imperios establecidos vecinos, desde el Este al Oeste, e incluso algunos de ellos, habían ocupado sus territorios, adoptando su religión y entregados a su servicio como mercenarios. 

"Pastores y cazadores, los mongoles, sometidos a la solidaridad tribal, llevaban una vida nómada desde los montes Jingan al Altai, en el borde septentrional de los reinos civilizados; su única riqueza era el ganado, y su alimento exclusivo la carne y la leche." Unesco.
Los pueblos de Asia central formaron una gran comunidad étnica, hablando una lengua mongol, con cierta uniformidad, en la que se entendieron entre ellos, pero siempre estuvieron divididos en grandes clanes tribales, de tipo familiar, sin unidad política. 
Su imperio surgió de las alianzas, a pesar de que su economía siguió siendo muy antigua, en su mayoría, fue la de los nómadas itinerantes con sus rebaños.  Las alianzas y su modo de vida nómada convirtieron su imperio, el más extenso de la antigüedad en la Tierra, en muy frágil. En una extensión inmensa, contaron con pocas ciudades y escasos agricultores sedentarios.

Los historiadores han podido reconstruir su historia, a partir de las fuentes escritas chinas, musulmanas e incluso cristianas, quiénes expusieron a su adversario, como un conglomerado de tribus en anarquía.
"Numerosas tribus nómadas y agrupaciones de clanes mongoles vivían en Mongolia, en los inicios del siglo XII, mezclados con iranios y turcos. Entre esas tribus figuraban los tártaros, los merkitas, los keraitas y los naimanos. Unas tribus vivían en la estepa y se dedicaban a la cría de caballos y ganado: otras - como los oiratos y los kirguises - vivían en las zonas de bosques, practicaban la caza y la pesca, eran hábiles forjadores, tenían animales totémicos y tabúes y eran shamanistas, ejerciendo sobre ellas gran poder los sacerdotes-magos." Manuel Riu Riu, destacado historiador medievalista catalán.
Al iniciarse el siglo XIII, surgió un lider de clan, que hasta los 50 años de edad, actuó como caudillo de un ejército de temibles guerreros. Conocido como Temujin, este gran jefe, sometió a Mongolia en el año 1210 y cambió su nombre por el célebre Gengis Kan. Había nacido el gran imperio mongol.
“Por ti juntaré a tu pueblo separado, por ti reuniré a tu pueblo disperso” L. Ramírez Bollerín "Historia secreta de los mongoles."

Tortuga de piedra en Jarjorin. Realizada durante el Imperio Mongol en el S. XIII, estaba emplazada en la entrada de la capital histórica de la Mongolia de los gengiskánidas (la dinastía de Gengis Kan) en la antigua ciudad de Karakórum.

Gengis Kan, procedente del área geográfica de los tártaros (asimilados con el infierno de los griegos, el Tártaro, según etimologia popular) correspondiente con el Lago Baikal (Sur de Rusia) y sus alrededores, extendió el imperio mongol  a principios del S. XIII, con la ayuda de sus hijos y generales, saqueando y destruyendo ciudades, hasta constituir un imperio de 24.000.000 km2, con una población de 100 millones de habitantes.

La capital de los mongoles, estuvo gobernada por el tercer hijo de Gengis Kan, Ogoday, que reinó de 1229 a 1241.

La tortuga fue un símbolo principal en la construcción de las mitologías asiáticas (India, China y Japón). Relacionada con el cosmos, por su caparazón, conectada con el orbe celestial, soporte del universo, signo del trono celeste, las aguas primigenias y la isla de los bienaventurados. La tortuga de la mitología mongol era de oro y llevaba a cuestas la montaña, como representación del universo. 

En la antigua China, la tortuga fue el símbolo de la longevidad. Con su caparazón y cerebro se prepararon pócimas para alargar la vida humana. Para las culturas del antiguo Japón, los dibujos intrincados de su caparazón representaron mágicos jeroglíficos, símbolos de la sabiduría.

Bixi fue una figura de la mitología china, personificada como un dragón con caparazón de tortuga, siendo uno de los nueve hijos del Rey Dragón. Los antiguos chinos esculpieron a este ser mitológico portando estelas conmemorativas en su caparazón, para los complejos funerarios de sus emperadores. También las utilizaron como elemento mágico-decorativo, para soporte arquitectónico, en las bases de puentes y arcos. Todavía se cree que al frotarlas, se obtiene la buena suerte. Han sido documentadas en todo el Este de Asia, e incluso en Mongolia y en el Oriente ruso.

Foto: Frithjof Spangenberg / Wikipedia.

El poder no surgió de la nada. Durante quince siglos los reinos de las estepas, con los antepasados de los mongoles, turcos o manchúes, se estaban gestando en Eurasia. 

El monte Bogd Khan Uul ("La montaña del Santo Kan") en Mongolia, cerca de la actual capital: Ulán Bator. Los mongoles consideraron esta montaña, con sus 2.261 m de altura, un lugar sagrado. Según la tradición, aquí nació el mongol más conocido en el mundo: Gengis Kan.
Foto: NASA.  

En el año 1161, antes de Gengis Kan, los mongoles ya habían fundado un reino incipiente, que acabaría siendo destruido por una alianza entre los tártaros y los yürchet.
Creen que sobre el año 1167, nacería Temujin. Su infancia transcurrió de forma miserable, aún siendo el heredero por derecho, como sobrino nieto del soberano mongol, de un reino perdido. Como cabecilla del clan familiar, conseguiría por unas coaliciones, ir avanzando victorioso, hasta someter a toda Mongolia y constituir el único jefe, gobernando como un emperador. A partir de aquel momento, su nombre apareció en las letras de la gloria histórica; en el año 1206 quedará reconocido como Gran Soberano universal o Gengis Kan. 

Miniatura persa que muestra a Gengis Kan, sentado en su trono, con sus funcionarios y sirvientes. El imperio mongol llegó a poseer una administración muy centralizada, con diversos funcionarios clientes.
El imperio alcanzó el grado de civilización, conoció la escritura y tuvo un idioma para sus organismos.
Las leyes castigaron con severidad y se aplicó la pena de muerte, al asesinato, el robo de importancia, el engaño, incluido el adulterio.
Los mongoles ocuparon Damasco. Con la fundación de un Estado mongol en Persia, empeoró el miedo de los musulmanes hacia el peligro mongol; los musulmanes rápidamente advirtieron sus intenciones imperialistas. 

Los clanes mongoles, constaban de las familias, los guerreros y los esclavos. Los príncipes imperiales, miembros de la familia del emperador, eran propietarios de grandes terrenos para el pastoreo y recaudaban los impuestos a los pueblos sometidos. Los vasallos estaban a su servicio, como responsables de los ejércitos, poseían un rango inferior y conseguían menores beneficios, pero se podían vestir con ropas de sedas y joyas, entre otros signos de su dignidad.

El imperio no fue inalcanzable. El ejército podía trasladarse fácilmente por una impresionante red viaria de caminos. Los mongoles tuvieron en funcionamiento un servicio de postas de correos, establecidas cada 40 km, que permitía enviar las órdenes y noticias a territorios lejanos, como al Palacio de Pekín o el de Cantón.

La guardia personal del Kan constaba de 10.000 hombres, y el ejército unos 120.000 soldados, que se ordenaron de forma precisa y minuciosa, siguiendo un principio decimal, de decuriones, centuriones, quiliarcas y miriarcas. Esta jerarquía militar era de grado superior a los secretarios de Estado y los consejeros extranjeros. 

La leyenda de la crónica de su grandeza, también fue la devastación que ocasionó a los asiáticos de aquellos tiempos y tierras lejanas.

El imperio mongol se extendía desde el Pacífico hasta el Mar Negro, desde la China del Norte hasta Siberia, llanura del Volga e Irán.
China sufrió sus ataques, llegando a estar sometida, por primera vez en su historia, por una dinastía de mongoles, de bárbaros (extranjeros). 
Incluso, de forma anecdótica, llegaron hasta el centro de Europa, en las cercanías de la actual Viena, sembrando el terror entre los occidentales, quienes creyeron que Gengis Kan era el mismísimo anticristo, dispuesto a exterminar su mundo cristiano, afortunadamente para los invadidos, por acontecimientos relacionados con la sucesión imperial, retrocedieron, para no regresar jamás. 

El imperio mongol consiguió una estabilidad, que permitió a los viajeros occidentales utilizar para sus transacciones comerciales, pesos, medidas establecidas, monedas y papel moneda; con la circulación de las mercancías, tanto de día como de noche, por las rutas de las grandes caravanas de Oriente. Esta situación de paz, favorecería los contactos e intercambios entre Europa y Asia.
Cuando los viajeros europeos y mercaderes transitaban hasta llegar a Eurasia, la sociedad europea empezó a disfrutar del lujo del Lejano oriente, quizá en aquel momento, algunos cristianos empezaron a desear que los mongoles terminaran con los reinos musulmanes, con el fin de destruir el islam.
El Gran Kan recibió a algunas embajadas con viajeros europeos. Entre 1245 y 1247 llegó el franciscano italiano Juan de Plan Carpino, enviado como embajador del Papa Inocencio IV. De 1253 a 1255, recibió al flamenco franciscano, Guillermo de Rubroek, enviado por el rey Luis IX.
Por todos es conocido el gran viaje del mercader veneciano, Marco Polo por Eurasia hasta China, que se realizó entre 1271 a 1295. Entre el año 1294 a 1328 se produjo la estancia de Juan de Monte Corvino en el Janbalik (Pekin) como emisario del Papa Clemente V, quien le nombró obispo y patriarca de Oriente.
Felipe el Hermoso (1478-1506) recibió una carta de Argun, rey de los mongoles de Persia, para anunciar la victoria de los mongoles sobre los árabes de Egipto.


Las claves de su éxito imperialista fueron: su capacidad de liderazgo, su organización de las alianzas, y su impresionante ejército de jinetes y arqueros.

«Una flecha sola, puede ser rota fácilmente, pero, muchas flechas son indestructibles». Frase atribuida a Gengis Kan en su discurso para unificar las tribus de los mongoles.

En sus relaciones imperialistas, llegaron a un cierto entendimiento con sus aliados, cuando algunos gobernantes se beneficiaban de la llegada de los mongoles, al librarles de otros  que consideraron peores, por ejemplo, este fue el caso de los turcos musulmanes que se hallaban oprimidos por los budistas y los cristianos.

En el año 1220 Samarcanda, la bella ciudad considerada una de las más antiguas del mundo, patrimonio de la Humanidad por la Unesco, situada en la actual  República de Uzbekistán de Asia Central, cuando contaba con una población de 500.000 personas, sufrió un brutal ataque para el saqueo por Gengis Kan, en el cual sólo sobrevivió una pequeña parte de la población. Sucedieron otros episodios posteriores de ataques mongoles hacia esta gran ciudad, que obtuvo sus riquezas por formar parte de la Ruta de la Seda.
Foto: Ekrem Canli / Wikipedia. 

Los mongoles creyeron que debían habitar las estepas y sólo rendir las plegarias ante sus cielos azules, mostrándose impasibles, destructores y crueles de las maravillas de las grandes ciudades antiguas, como Samarcanda que resultó arrasada por ellos.
Su historia se compone de una lista de conquistas y ciudades saqueadas, pero a pesar de toda la destrucción y su economía básica de pastores nómadas, según la Arqueología, configuraron una cultura original.


Pintura sobre papel, del siglo XVI que ilustra la epopeya de Chinggiskhannama. En el año 1221, Jajal al-Din Khwarazm-Shah cruza el Indo (en la actual Pakistán) aquí representado como un río de aguas rápidas del que saltan algunos peces, para escapar de Gengis Kan. Jajal al-Din porta un parasol, un bastón de mando como estandarte  y su espada. La ciudad amurallada aparece a más distancia.
70.000 mongoles liderados por Gengis Kan, se lanzaron a una campaña bélica de castigo y conquista, que según contaron las fuentes, fue ocasionada por la ejecución de una caravana de mercaderes mongoles, acusados de espías y después por el asesinato de todos los embajadores que envió Gengis Kan, para pedir las oportunas explicaciones. El nombrado como "Conquistador del mundo" dispuso de una corte de altos funcionarios: ministros y servidores.
Imagen: Wikimedia Commons.


" A partir de 1234 cayó sobre el próspero estado Song la tormenta mongol, desencadenada por Gengis Kan (1162-1227), que en 1206 había sido elegido kan de todos los mongoles nómadas y que no podía imaginar mayor satisfacción que la de exterminar a todos sus enemigos, apoderarse de sus caballos y sus rebaños y violar a sus mujeres." Roeger Goepper (1925-2011)  Importante historiador del Arte alemán, organizador de exposiciones y director de museos, profesor experto en Arte Oriental. 

Fragmento de pintura realizada en un rollo portátil de seda de 1280, con la escena de caza de  Kubilai Khan (1215-1294) el primer emperador mongol de China, que reinó con el nombre de Shizu. En ella, aparece Shizu, vestido con un abrigo de piel de armiño, montado en un caballo negro, observando la cacería. El grupo simboliza al Estado mongol, formado por muchas tribus diferentes. Aparecen dos extranjeros representados con piel oscura, un kitán con un ave de presa, un jinete con un leopardo amaestrado para cazar, a lomos de su cabalgadura y una dama mongola, al lado del emperador, pero detrás de él, como invitada de honor. En el año 1215 los mongoles tomaron la ciudad china de Pekin, capital de los Jin o Kin y continuaron con su conquista hacia la China del Norte, ocupada en 1234, y que causó el fin de aquella dinastía china. Demostrando una gran organización y administración del Estado, incorporaron de consejeros extranjeros a los bárbaros más importantes.

Foto: Cambridge Illustrated History of China (1999) de P.B.Ebrey.



Los sucesores de Gengis Kan, consiguieron ampliar los territorios del dominio de su padre, afianzando la organización política y económica del imperio conquistado.



A finales del siglo XIII se produjo la división del imperio mongol en los estados rivales. El hijo mayor y los descendientes de Gengis Kan se convirtieron al islam. Serán los inicios de los kanatos independientes de: Crimea, Turkestán, Transoxiana, Mogolistán y Kashgar. 


En China, la dinastía Yuan, será chinizada y budista.

En el año 1368, los Ming derrotarán a la dinastía Yuan (fundada en el año 1271 por Kubilai Kan). Este hecho, provocó el retorno definitivo de los mongoles a la estepa.

Mausoleo de Gengis Kan, en el desierto de Ordos (Mongolia Interior) erigido por la República Popular China en 1980, para honrar su memoria.
Gengis Kan fue considerado un espíritu protector de los mongoles, al que se veneró en todas las regiones de Mongolia, mientras se esperaba su retorno.

Foto: Fanghong / Wikipedia.

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