El relato de Sinuhé. Un cortesano egipcio en el reinado de Sesostris.

El relato de Sinuhé. Un cortesano egipcio en el reinado de Sesostris. Una historia de la XII dinastía.





" El confidente del rey, su amado; el cortesano Sinuhé dice: Yo era un cortesano que seguía a su señor, servidor del harén real de la princesa heredera..." El relato de Sinuhé.


Un relato egipcio

Uno de los mejores relatos en prosa de la Antigüedad, antes del mundo grecolatino, sin duda, fue el de Sinuhé. 
El valioso relato contiene algunos versos, aunque en su mayor parte ha sido clasificado por los expertos como literatura en prosa, de tipo "realista".
La obra constituye una narración en primera persona muy expresiva, llena de dinamismo, poesía y un cierto sentido del humor.
El cuento debió alcanzar una gran popularidad, teniendo en cuenta, que se trata de una obra de literatura refinada, cuidadosa tanto en la forma como el contenido. Para los antiguos egipcios, se trató de una gran obra literaria, por todo ello, nos encontramos ante un clásico universal, no sólo funciona como una fuente histórica, pues los hechos que narra no pretenden ser siempre precisos en Historia, explicados en formato autobiográfico, sino de otorgar la gloria literaria a Egipto.

En la preciosa narración, Sinuhé se presenta como un alto funcionario egipcio, actuando como espía de la casa real, pero comete el grave error de no informar a tiempo del complot del asesinato del rey Amenemhat (Amenemes I) quien es asesinado por las ordenes de otro príncipe rival.


Relieve de Amenemhat I (o Amenemes I, 1991-1962 a.C.). Primer rey de la XII dinastía del Imperio Medio, padre de Sesostris I, Algunos contaban que el rey fue asesinado en un complot por su guardia, mientras retozaba en el harem de su palacio.
Su reinado estuvo lleno de dificultades, Amenemes I recibió oposición porque no tenía sangre real: antes de ostentar el poder era el visir de Mentuhotep III . Las inscripciones de Hammamat refieren que Mentuhotep III envió a su visir, el futuro rey Amenemhat I, al mando de 10.000 hombres, para encontrar una piedra para fabricar el sarcófago real; los textos relataron los prodigios que sucedieron durante el viaje del visir: animales que con sus movimientos indicaron donde localizar la preciada piedra, lluvias milagrosas y aparición de pozos.
El rey dejó constancia de su esfuerzo por gobernar:
" He avanzado hasta Elefantina y retrocediendo, he llegado hasta las ciénagas del Delta; al velar por las fronteras del país, he vigilado su interior."
Pese a que quizá pudo ser asesinado a traición (pocos años antes de llegar a la treintena) él mismo recomendó a su hijo Sesostris una serie de importantes consejos en el arte de gobernar Egipto, tales como no confiar en los demás y controlar a sus subordinados, ni siquiera en los más próximos al rey, lo que indica que las traiciones eran frecuentes.
Foto: Metropolitan Museum of Art

Estatua del rey Mentuhotep II ( 2040-2009 a.C.) primer rey del Imperio Nuevo, con sus brazos cruzados, como representación de Osiris con la doble corona del Alto y Bajo Egipto.
Foto: Wikipedia
Según el Papiro de Turín, el fin de la XI dinastía  acontece con el reinado de Mentuhotep II, pero sucedió un período de tiempo de 4 años entre este reinado y Amenemes I en el que reinó Mentuhotep III .
También, antes de Amenemes I, le sucedió Mentuhotep IV( 1997-1991 a.C.) Por lo tanto, se incluyen los 3 Mentuhotep en el final de la XI dinastía.
La mitología del drama de la muerte y la resurrección de Osiris originó los cultos mistéricos en el Imperio Medio que serán rescatados por la aristocracia romana. Con esta sustitución, poco a poco, los antiguos egipcios irán abandonando los antiguos dioses funerarios.


De resultas de todo ello, el despavorido Sinuhé, temiendo recibir el terrible castigo por su incompetencia, emprende la huida hacia la actual región de Palestina, dirigiéndose al país de Retenu (Siria). En aquellas tierras, Sinuhé consigue todos los éxitos: se casa con una princesa, llega a ser el cabecilla de una tribu y el capitán de Retenu, entablando relaciones directas con aquellos príncipes. Incluso resulta el provocador de sus envidias, siendo retado a un combate por uno de ellos:

"Vino un fornido varón de Retenu para matarme en mi campamento. Era un valiente sin igual, pues había vencido a todos. Dijo que quería combatir conmigo para quitarme mis bienes, pues pensaba apoderarse de mis ganados por consejo de su tribu. Aquel príncipe discutió conmigo, y yo dije:
- No le conozco. Ciertamente, no soy un aliado suyo para que pueda moverme sin estorbo en su campamento. ¿Es que abrí sus puertas y derribé sus cercas? Si se muestra enemigo mío, es porque ejecuto tus órdenes. Soy ciertamente, un toro descarriado en otra manada, y un toro de este rebaño le ataca.
Pasé la noche tensando el arco, afilando mis flechas, blandiendo mi puñal y acicalando mis armas (...) Pues bien, después que yo dejara que lanzara en vano sus armas, haciendo que sus flechas se alejaran de mí mientras golpeaban el suelo una tras otra, se lanzó sobre mi; pero yo disparé mi arco contra él, hincándole mi saeta en su cuello".

Sinuhé resultó vencedor, matando al príncipe rival, se apodera de sus bienes y ganado, haciéndose más rico que antes. El capitán Sinuhé se convierte en un personaje honrado en Siria, donde llega a su vejez añorando a su amado Egipto. Lo que más desea, es ser enterrado en su tierra, como un egipcio, para prepararse para la vida en el más allá, en "la ciudad de la eternidad." 



Detalle de la estatua en roca caliza de Sesostris I (1962-1928 a.C.). c.a.1930 a.C. Museo Egipcio de El Cairo.
Foto: Encyclopedia Britannica
Reinó durante 38 años, en los cuales Egipto vivió un desarrollo interno y exterior. En vida de su padre Amenemhat I (o Amenemes I)  Sesostris fue jefe de sus ejércitos en Asia, Libia y Nubia. Controló Egipto y los pueblos limítrofes. Supo contar con fieles y eficaces funcionarios, siendo reconocido por la historiografía, el papel de su visir, Mentuhotep, organizador de los misterios de Abydos y representante ritual del dios Horus.
En el Imperio Medio se intenta penetrar en la alta Nubia para la obtención del metal asociado al poder de la realeza: el oro. Durante este reinado, con este objetivo, empezarán a explotar las minas del Sudán.
La concepción osiriana cambió la percepción de la figura real, pues ya no será considerada un dios, sino un superhombre; atrás quedó la imagen dura e inhumana del Imperio Antiguo.
Durante el reinado de Sesostris I la nobleza recuperó el prestigio perdido.
Dos años antes de su muerte, nombró a su hijo Amenemes II en el trono.

Finalmente Sinuhé es llamado por el rey Sesostris I, ante quien acude con aspecto de beduino, desaseado y sucio por el largo viaje. El rey le recibe con complacencia:

"Mira a Sinuhé, que ha regresado como un asiático, como hijo de beduinos. Ella (la reina) lanzó un gran clamor y los príncipes gritaron a un mismo tiempo:
- No puede ser él realmente, Oh mi señor, el rey.
Y el rey dijo:
- Si, realmente es él.
Las jóvenes princesas le acomodaron. Fue aseado: bañado, afeitado y vestido con finas prendas de lino.
(Dormí en una cama y cedí la arena a quienes en ella están).
Lo nombraron chambelán de la corte, le dieron una casa y construyeron para él una pirámide cerca de la dispuesta para el rey de Egipto:
- Y así vivo, recompensado por el rey, hasta que llegue el día de mi muerte".

De este modo, el relato termina, con Sinuhé siendo recompensado con todos los lujos y honores, preparado y feliz para su nueva vida eterna, tal y como creyeron los antiguos egipcios.


Como apuntó el prestigioso egiptólogo norteamericano J.A. Wilson (1899-1976):
 " La aseveración de que los egipcios eran un pueblo indulgente, alegre y jovial merece ser subrayada, a causa de su manifiesta preocupación por la muerte. Pero ésta no era un terror morboso, sino más bien la afirmación tenaz y optimista de la continuidad de la vida". 


Esta historia de 4.000 años, inspiró al escritor finlandés Mika Waltari, quien en 1945 escribió su gran novela Sinuhé el egipcio.




Comentarios

  1. Un libro de obligada lectura para los amantes del antiguo Egipto, una obra maestra sin duda. Un faraón que intenta acabar con los privilegios del clero de Amón, pero muere en el intento. Un médico en una encrucijada, y la guerra como telón de fondo. Una obra magnífica. Saludos.

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