Duoda, la condesa de Barcelona. Cartas de una madre del siglo IX.



Duoda, la condesa de Barcelona. Cartas de una madre del siglo IX. 

      "La angustia es la carencia" (Duoda).

"Aquí comienza el Libro Manual (Liber Manualis) de Duoda, dedicado a su hijo Guillem."
"Dhuoda, condesa de Barcelona y marquesa de Septimania, anima a su hijo Guillermo a leer frecuentemente el libro que ella le escribe para aliviar el dolor de su separación y para que recuerde siempre que en él encontrará el testimonio de su nacimiento y, también, toda la sabiduría que necesitará para ser útil en el mundo y para alcanzar la felicidad espiritual". Duoda, Centro de Investigación de Mujeres. Universidad de Barcelona. 
"La comtessa Duoda, muller de Bernat de Septimània, comte de Barcelona, és l’autora del Liber Manualis, un manual dedicat a l’educació del seu fill Guillem. L’original, en aquests moments, no sembla que existeixi, però a la Biblioteca Nacional de Catalunya s’hi conserva el manuscrit 569, folis del 57 al 88, datat al s. XIV, que sembla ser una còpia revisada a partir d’un manuscrit més antic." M. Cristina Sala Casas. UOC.

Liber manualis. La obra fue escrita por Duoda o Dhuoda entre el 30 de noviembre del año 841 y el 2 de febrero del año 843, en Usès, en la antigua provincia de la Septimania, cerca de la actual Nimes
Imagen: BNF, París. 



"Al segle IX, el territori que temps a venir serà anomenat Catalunya apareixia dividit, des del punt de vista polític, religiós i cultural, en dues zones de contorns i continguts una mica imprecisos. Al nord-est hi havia els comtats, avui anomenats catalans, producte social d'un moviment repoblador en marxa i producte polític de la conquesta franca." Josep M. Salrach. Catedràtic d'Història medieval de la UPF de Barcelona.


Territorios de Bernat de Septimania. Bernat era hijo de Guillem de Tolosa, primo hermano de Carlomagno. Tuvo un papel destacado en la Historia. Sus dominios incluyeron parte de la actual Catalunya, conocida por la historiografía como la Marca Hispánica. Bernat fue conde de Tolosa (835-844), conde de Narbona (826-844) y conde de Barcelona (826-832 y 835-844).
Se casó con Duoda el 29 de junio del 824 en la Capilla Palatina de Aquisgrán; poco después del enlace, la pareja abandonará la corte, al ser Bernat nombrado Comte de Barcelona (826). Duoda nunca regresó a la capital de los francos.



"Carles que tens com a senyor perque Dèu segons crec i el teu pare Bernat l´han escollit perque el serveixis al començament de la teva vida i a la flor de la joventut, has de entendre que ha nascut d'una progènie gran i noble (...)" Duoda. Condesa de Barcelona y Septimania. S.IX.



Imagen de la miniatura de un manuscrito iluminado, con la representación figurada de la corte de los antiguos francos, en una ceremonia de homenaje entre nobles. Fue realizado en Brujas en el siglo XV. 

Imagen: Biblioteca nacional holandesa.



"La presencia de las mujeres en la roturación, repoblación, colonización y civilización es constante a lo largo de los siglos medievales. Esta presencia femenina es especialmente remarcable en las zonas de frontera." (Duoda, Universitat de Barcelona) Teresa Vinyoles Vidal (Barcelona, 1942) Historiadora medievalista. 



La nobleza catalana estaba conformada por familias condales y vizcondados, que constituyeron el estamento dominante, pero reducida, más débil, por hallarse en estado de formación, en contraposición a una masa de campesinos en alodios, y algunos en tenencias. 

El sistema del siglo IX es clasificado por los historiadores como de pre-feudal, encaminado hacia el Feudalismo,  que los expertos relacionaron,  un siglo después,  en las tierras de frontera,  conocidas como la Marca superior, con la repoblación,  control y explotación por los nuevos colonos,  de aquellas tierras limítrofes y peligrosas (sufrían razzias: incursiones violentas) con el Al-Andalus,  una vez,  el califato perdió su fuerza.  


La esclavitud continuaba, en una sociedad con profundas diferencias entre clases. Los esclavos eran los descendientes de los cristianos de la época goda anterior. 

Toda la aristocracia, excepto los condes y los vizcondes eran veguers (representantes de las autoridades en los castillos, que ejercían funciones administrativas, militares y judiciales) estando vinculados a los condes por juramentos de fidelidad. Los nobles ejercían funciones públicas que comportaban la percepción de los beneficios de los feudos de aquellas rentas públicas. Los nobles eran militares; sus gustos se orientaban hacia las actividades relacionadas con la guerra; las caballerías, arreos y armamento, eran sus bienes más preciados. Su equipo militar en combate era superior al de los combatientes no nobles. 


Asimismo el estamento religioso, también se hallaba dividido, a pesar de la disciplina y la ideología que les unía. La minoría judía en el siglo IX todavía no tenía un gran peso en la sociedad de estas tierras.

La nobleza del siglo IX fue de tipo endogámica y procedente de la fusión de los linajes autóctonos de las zonas montañosas, con algunos lideres godos, establecidos en el sur de los Pirineos cuatrocientos años antes.


La condesa de Barcelona hará referencia a la complicada situación política de los tiempos que le tocó vivir (el siglo IX) en el contexto del nacimiento de los condados catalanes.


Fresco traspasado a lienzo (desde su ubicación in situ al gran museo de Barcelona) con la representación de una condesa muerta, portando el cirio que simboliza su propia defunción. Conjunto pictórico del Ábside del Burgal (Sant Pere del Burgal, Pallars Sobirà, Lleida, Catalunya); 
Arte románico catalán, S.XI-XII. Museo Nacional d'Art de Catalunya (MNAC).
Foto: Marta Jordán Bonet.

"A pesar del carácter eminentemente religioso del arte medieval, la nobleza laica acostumbraba a actuar como responsable del encargo y financiación de obra artística. La representación de la figura del comitente no es inusual en el arte románico, como atestigua aquí la presencia de la condesa Llúcia de Pallars, retratada en la parte inferior derecha del ábside. La noble dama viste lujosamente y lleva en las manos un cirio encendido, atributo que es propio de las personas difuntas. Este detalle hace suponer que las pinturas se finalizaron después de su muerte, documentada en el año 1090". MNAC.

"Barcelona era muy distinta en el siglo IX, cuando estaba bajo el dominio de Francia. Diferente incluso a la urbe medieval de los siglos XII y siguientes, con su comercio y la emergente burguesía.

Aquella Barchinona sobrevivía aislada en el último extremo de la Marca Hispánica, en la sangrienta frontera del imperio carolingio con Al Ándalus. Nada quedaba del esplendor de la antigua Barcino romana y solo contaba con poco más de mil almas cuyo destino pendía de un hilo. Sufría frecuentes incursiones sarracenas y parecía condenada a su fin, pero allí ocurrieron proezas épicas y grandes historias humanas que aún hoy sobrecogen y emocionan.

De aquella ciudad aún quedan algunos restos, por eso con imaginación y algunos datos podemos visitar Barcelona en el siglo IX…" Juan Francisco Ferrándiz. Escritor. (Blog. 20 minutos.es)


Duoda era una dama de la alta nobleza, su nombre, que no deriva del latín, ya nos indica su origen germánico; aquella dama debió proceder de las regiones septentrionales del imperio. 

Su obra es un reflejo del pensamiento de la aristocracia, siendo una mujer de la élite del momento.
"Aprecia els més grans personatges de la cort, tracta amb consideració els superiors, sigues condescendent amb els inferiors, uneix-te a la gent de bé, procura no cedir davant els superbs i malvats."  Duoda. Condesa de Barcelona y Septimania. S.IX.
En sus pensamientos más íntimos podemos percibir el típico pesimismo de la Alta Edad Media, con una verdadera obsesión en dios, y el empeño en obtener su perdón, para alcanzar la otra vida, puesto que las personas medievales creían que disponían de dos vidas: la terrenal y la ultraterrenal; sobre esta última, todas intentaban, por todos los medios, acceder a la supraterrenal, la vida celestial, para dicho propósito, la nobleza realizaba grandes donaciones, entregando sus herencias a la Iglesia.
"Me has abandonado, Dios, me has abandonado, y este año no has querido visitarme."  Duoda. Condesa de Barcelona y Septimania. S.IX.

"Trono de Carlomagno" en la Catedral de Aquisgrán. El emperador se convirtió en un mito, al fundar su reino en el año 800, con su capital, no en Roma, sino en Aquisgrán. A pesar de que la historiografía antigua le encumbró como emperador de bárbaros; el clasicismo continuó en aspectos importantes, como en el Arte, muy visible en la arquitectura, y, también, en el estudio del derecho romano, entre otros.
Foto: Wikimedia Commons.

En relación a su vida terrenal, Duoda cumplió con su saga familiar, endeudándose con cristianos y judíos, con el fin de mantener las campañas militares de su importante marido, Bernat (cas. Bernardo) de Septimania. 

La soledad de Duoda, sin esposo e hijos, nos resulta hiriente, abandonada en Uzès (en occitano Usès), en los peores tiempos turbulentos. Pero no hemos de olvidar, que los nobles eran los militares de reyes y emperadores, por lo tanto, su trabajo consistía en acudir a la guerra. Las damas se quedaban al cargo de las posesiones, siendo las grandes administradoras de las propiedades y los asuntos del ámbito doméstico.

El papel de madre que ejerce Duoda, no es el mismo que en la actualidad. Duoda echa de menos a su hijo mayor, Guillem (cas. Guillermo) con el que convivió durante dieciséis, pero en cambio, no pudo mantener relación con su hijo pequeño, del que no conoce ni el nombre.


"Estas mujeres escritoras constituyen una excepción dentro de un mundo cultural adscrito a los varones. Y es que la escritura no se encontraba entre las tareas asignadas a éstas. La mujer ideal debía dedicarse a desempeñar las labores de esposa y de madre; o bien, dedicarse al mundo conventual. Su existencia no tenía, pues, valor en sí misma, sino que estaba subordinada al otro: el marido o Dios". Pilar Cabanes Jiménez. Universidad de Cádiz. 


Duoda era una mujer culta, conocedora de literaturas y escritora (o redactora).  Las mujeres en la corte carolingia tuvieron mucha importancia, siendo educadas en las artes liberales, igual que sus hermanos.



La obra de Duoda funcionaba como un manual, un libro portátil y práctico, de referencia en temas educacionales, hasta el punto que algunos estudiosos lo clasificaron como el primer manual de pedagogía, dirigido a "adolescentes", teniendo en cuenta, por la corta esperanza de vida, que las personas no disfrutaban de ninguna edad intermedia, puesto que pasaban de su niñez a la vida adulta. 

Incluido en la tradición medieval de los llamados "enchiridions" (manuales), literatura iniciada por San Agustín, y también a los "specula" (espejos) que reflejaban la imagen ideal que querían contemplar; este último género proviene de la Antigüedad clásica, siendo adoptado por los religiosos del siglo V, quienes lo aplicarán en la formación de los príncipes cristianos.

"T'exhorto també, oh fill meu Guillem formós i amable, que entre les preocupacions mundanes d'aquest segle no deixis de preocupar-te molts volums de llibres on puguis sentir i aprendre alguna cosa de Déu creador." Duoda. Condesa de Barcelona y Septimania. S.IX.






Monedas carolingias de la Marca Hispánica. En el reverso de la primera moneda puede leerse en su leyenda "Barcinona", lo que nos indica que fue acuñada en Barcelona. Los carolingios (Carlomagno y sus sucesores) impusieron un nuevo sistema monetario, con la acuñación de pequeñas monedas de plata. La moneda fue principal para la fundación de los condados de la Catalunya Vella, perdurando en el Principado hasta el siglo XIX.

Foto: MNAC.



Duoda debió vivir una auténtica tragedia, puesto que su querido hijo, Guillem II de Aquitania y Conde de Tolosa (845-849), fue conde intruso de Barcelona y de Empúries (848-850), para terminar muriendo ejecutado por decapitación en Barcelona. Capturado por los normandos en el año 847, al soltarle, Pipino le nombró Conde de Barcelona, pero su amistad con los árabes, entre otras intrigas políticas, le llevó a la muerte de los traidores, por sus alianzas con Abd-al Rahman, en contra del rey Carlos el Calvo.


Salterio (libro de salmos) del siglo X, con la representación de Carlos el Calvo. 
Imagen: BNF (Bibliothèque Nationale France, París). 



Coronación de Pipino en las Grandes Crónicas de Francia. El Papa Esteban II le coloca la corona al rey franco Pipino, conocido por el Breve, por su corto mandato.

Imagen: Bibliothèque Sainte-Geneviève.


"S'han acabat les paraules d'aquest llibret, que tant com he pogut, he dictat de tot cor". Duoda. Condesa de Barcelona y Septimania. S.IX.


"La revista Duoda nació en 1991 en un centro de investigación de mujeres de la Universitat de Barcelona y del Parc Científic de Barcelona que se llama también Duoda. El centro lo habíamos fundado en 1982 unas pocas mujeres que éramos entonces, unas, profesoras no numerarias, otras, estudiantes y, otras, recién licenciadas en Historia. El primer nombre del grupo fue Centre d’Investigació Històrica de la Dona; este nombre se fue transformando como sin querer en Duoda precisamente a raíz del nacimiento de la revista.

El nombre de Duoda lo tomamos de una escritora que la historiografía feminista había redescubierto algunos años antes con sorpresa, porque de ella no habíamos oído hablar en la universidad. Duoda o Dhuoda fue una noble franca muy culta, de lengua materna germánica, nacida hacia el año 803. Se casó en la capilla palatina de Aquisgrán con Bernat de Septimania, un sobrino segundo de Carlomagno, pasando al casarse a ser marquesa de Septimania y condesa de Barcelona, Girona, Ampurias y Rosellón. Vivió en Uzès, donde nació, el 29 de noviembre del 826, su “deseadísimo” hijo Guillermo; casi quince años más tarde, el 22 de marzo del 841, nació su hijo Bernat. Poco después, el marido se llevó a los dos niños, con el fin de usarlos como prenda de sus intereses y luchas de poder. Para aliviar su dolor y contribuir a que pensaran en ella y se educasen según su deseo, Dhuoda les escribió entonces, en latín, un Libro manual –o sea, un libro que llevar y tener a mano-. Lo empezó el 30 de noviembre del 841 y lo terminó el 2 de febrero del 843, sin saber todavía qué nombre le habían puesto a su hijo pequeño. Aquí al lado, en la Biblioteca de Cataluña, se conserva uno de los manuscritos de su obra (BC 569).

La figura de la escritora Duoda fue una luz para las fundadoras de la revista. Porque nos indicó un horizonte simbólico –o sea, un horizonte de sentido- que no se cerraba en la insignificancia o en la miseria femenina, sino que estaba abierto infinitamente a la libertad, a una libertad propia de mujer porque orientada por la fecundidad, la fecundidad en todos los sentidos de la palabra. Descubrimos que Duoda no había respondido a la violencia de su marido con más violencia, es decir, no había sucumbido a los términos que él imponía, ni se había quedado tampoco ni paralizada ni ahogada en el lamento. Sino que había inventado una mediación extraordinaria: un libro con el que ella procuró educar a sus hijos para la felicidad y para la vida, guiada por el amor que sentía hacia ellos. El deseo que le movió a escribir fue –según ella misma dice- el hacer lo posible para que sus hijos vivieran y fueran felices: algo así de simple y así de difícil." María- Milagros Rivera Garretas. Sobre la Revista DUODA. Recerca de Dones.

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