Los etruscos y la construcción de las ciudades.

Los etruscos y la construcción de las ciudades. Las primeras ciudades de Italia.

Los etruscos construyeron las primeras ciudades de Italia, a partir de los poblados dispersos de las colinas de Roma, con su Capitolio que dominaba el área y su foro desecado, o como Capua (Caserta), fundada por los etruscos en el 600 a.C. famosa por el bronce y los perfumes.
Los etruscos llegaron a organizar la liga de las doce ciudades, conocida como la dodecápolis etrusca, formada según Estrabón, por doce ciudades del Tirreno, una fuerte alianza para ejercer el poder a todos los niveles (económico, político, militar e incluso religioso). En sus ciudades concentraron su poder, los órganos de su gobierno y sus ceremonias religiosas.
En la antigüedad ya se les reconoció el mérito de ser los fundadores de las ciudades. Los ritos etruscos de fundación se perpetuaron en la civilización romana. La fundación era un rito que se escenificaba, en él, el fundador llevaba la cabeza cubierta  y abría con un arado de bronce conducido por un toro y una ternera, un surco (sulcus primigenius). Después rodeaban la ciudad con una fosa y un muro simbólicos. Se consagraba el pomerium, en cuyo interior no se podía construir, ni en su exterior cultivar. Se trazaban a cordel los ejes principales urbanos, el cardo y el decumano, organizando las calles y se distribuía la ciudad en insulae conformando una especie de damero. Las medidas eran constantes y estaban previstas.
La ciudad considerada correcta debía distribuirse a partir del número tres, constando de tres partes, tres calles y tres templos dedicados a 3 dioses: Júpiter, Juno y Minerva.
Más tarde las ciudades etruscas adoptaron los modelos de las colonias griegas (sobre el S.V a.C.).
Las ciudades etruscas estaban defendidas, primero por su ubicación estratégica, en posiciones de muy difícil acceso y durante mucho tiempo no necesitaron fortificaciones, fue a partir de la amenaza gala (siglo V y IV) que empezaron a fortificarse. Sus murallas eran poderosas, constituidas por enormes bloques, más o menos regulares. Aquellos muros llegaron a hacerse muy extensos, en Tarquinia el perímetro alcanzó los 10 kms, incluso el perímetro de una ciudad podía llegar a abarcar cuatro colinas. 
Debido a la falta de información los historiadores desconocen el número de habitantes. Algunos investigadores han fijado el número de habitantes a partir de su superficie, como por ejemplo, Caere, con 150 hectáreas y un cálculo estimado de 25.000 personas.




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