Euno, el rey de los esclavos.

Euno, el rey de los esclavos. La rebelión de esclavos de Sicilia según Diodoro Sículo (S. I.a.C.). 

La cronología de la rebelión no es precisa, se ubicaría en torno al 136-132 a.C. El foco principal fue la ciudad de Enna, en el centro de la isla italiana.

Los ricos terratenientes romanos poseían grandes villas a las afueras de Enna (Sicilia) donde los esclavos eran explotados. Según cuenta Diodoro los esclavos "comenzaron a hablar de la traición hacia sus propios amos" Euno, un esclavo doméstico de un ciudadano romano fue el que desarrolló mayor actividad, preparándose para una rebelión. Euno era muy popular, por sus prácticas de adivinación mediante los sueños y algunos sortilegios. Se le consideró un profeta taumaturgo.

La rebelión se inició por medio de los esclavos de Demófilo y su esposa Megálida, tan ricos como crueles (Demófilo acostumbraba a marcar a los esclavos en la cara y Megálida torturaba a sus sirvientas). Euno bendijo a los 400 esclavos agrícolas, realizaron sacrificios y se juraron fidelidad. Encabezados por Euno, durante la noche, se dirigieron a la ciudad de Enna para cometer la masacre de los amos. Como resultado de esta revuelta, casi todos los ciudadanos libres fueron asesinados, excepto los armeros, que fueron perdonados, encerrados en prisión, para que les fabricaran armas.

Después de vengarse, tomaron la ciudad, reuniéndose en el teatro, donde mataron a Demófilo y Megálida, que habían sido capturados en el jardín. Megálida fue entregada a sus siervas que la despedazaron. Sólo se salvo una hija de la familia que era compasiva con los esclavos y solía ayudarles. Euno se declaró rey, con el nombre de Antíoco y tomó a su esposa, a la que también nombraron reina. Se organizó un consejo, con los esclavos más inteligentes y preparados, entre ellos, se encontraba Aqueo, un griego que consiguió organizar entre los esclavos un ejército de 6.000 hombres.

Los esclavos adoptaron el modelo de monarquía helenística oriental, el que conocieron, no crearon ninguna organización nueva.

La rebelión fue tomada como ejemplo para otros, como un pirata de Cilicia, que en Agrigento consiguió reunir 5.000 hombres.

Las rebeliones fueron muy importantes, no pensemos en un motín, sino en una organización que consiguió vencer al mismo ejército romano de 8.000 hombres del pretor Lucio Hipseo. Por este hecho, se extendió mucho más el movimiento de rebelión de los esclavos sicilianos. Según Diodoro llegaron a los 200.000.

En Sicilia se formó un Estado de esclavos, con un potente ejército. Incluso Euno Antíoco llegó a acuñar monedas con su efigie real.

Como consecuencia de todo ello, fueron destruidas las grandes propiedades, pero se conservaron las pequeñas propiedades campesinas.

Los cónsules romanos fueron enviando sus ejércitos a Sicilia para combatir a los esclavos. Los romanos lograron conquistar Tauromenio, después de un largo sitio, cuando vencidos por el hambre, los esclavos, según cuenta Diodoro, llegaron a cometer canibalismo. A pesar del hambre, los esclavos sólo fueron conquistados por la traición de un igual.

En Enna también hubo conquista del senado romano, Rupilio rodeó y sitió la ciudad. Cleón, el otro líder,  murió como un héroe encabezando una pequeña unidad. Euno fue apresado y murió en la cárcel. Rupilio procedió a eliminar a los esclavos rebeldes de la isla entera con grupos de hombres selectos, pero la rebelión de Sicilia inició otras rebeliones en Italia y en Grecia, aunque por medio de las fuentes, no han podido comprobar si hubo conexión o fue una consecuencia.