Eros y Afrodita. El amor de los griegos.

Eros y Afrodita. El amor de los griegos.

Delicada figura de bronce con la representación de la diosa Afrodita y su hijo, Eros niño, datada entre los siglo III-II a.C Foto: Museo de J. Paul Getty (57, AB.7).
La diosa de la belleza y el amor, parece blandir un objeto, aquí impreciso: zapatilla o rollo, para castigar severamente a su hijo Eros.

En la Antigüedad existió una dualidad entre los principios del amor, figurados en los mitos de Afrodita y Eros, quiénes protagonizaron gran número de conflictos entre ellos, estableciendo una lucha permanente entre el principio engendrador, la belleza, y el erotismo.

Eros, dios primigenio en el mundo clásico "tan viejo como el mundo", se mostraba como anterior a Afrodita, aunque posteriormente  aparezca en su imagen joven, representado como el hijo de la diosa.
"En el plano de lo físico, el amor consiste para dos seres en engendrar a un tercero, diferente de cada uno de ellos y que no obstante los prolonga. La erótica en lo referente al cuerpo tiende a producir, desde el mismo seno de la existencia terrenal, pasajera y perecedera, cierto sustituto de inmortalidad. Así el más hermoso amor o, más bien, el único modo de amor sancionado por el cuerpo, es el que reúne a un hombre y a una mujer «para engendrar por medio de la belleza". Jean-Pierre Vernant. Importante historiador francés, experto en el pensamiento de la Grecia Antigua, profesor del College de France. (Francia, 1914-2007).
Los antiguos griegos consideraron que el amor ideal consistió en reunir dos mitades perfectas y análogas, a modo del reflejo del propio ego en un espejo. Este autoerotismo, como refleja el mito de Aristófanes, formó parte de su expresión cultural y admiración hacia el principio de la homosexualidad entre los hombres. En el plano físico era necesario engendrar los hijos para perpetuar los clanes, sin embargo, en el plano erótico la idea de la homosexualidad prevalece.

El amor fue considerado parte necesaria de la locura humana, tal y como pensaron sus grandes filósofos. Reflejados en sus mitos, inundaron el arte clásico, después el tema sería retomado por los artistas en todos los renacimientos de la Historia.
"Para Platón el delirio erótico viene a constituir una forma particular de locura divina". Jean Pierre Vernant. Importante historiador francés, experto en el pensamiento de la Grecia Antigua, profesor del College de Francia. (Francia, 1914-2007).
Grupo escultórico con el conjunto de Afrodita, Pan y Eros.
Foto: Museo Arqueológico de Atenas. Mediados siglo II a.C.

De tamaño natural, la escultura posee un estilo helenístico. con una inscripción de la dedicatoria del oferente, en griego en su base.

Gea en lucha titánica contra el temible Urano, lanzará a sus hijos contra él. Crono comanda la misión y con la guadaña que le ha proporcionado su madre, castra a su propio progenitor, arrojando los órganos sexuales amputados al mar. Alrededor del miembro principal masculino, crecerá una espuma (alusión al semen) y de ella nacerá la bella diosa Afrodita. El viento Céfiro condujo a la diosa a la isla de Chipre.
Este mito del Mediterráneo oriental, explicaba como desde la castración del principio masculino, surge su opuesto, la atracción del principio femenino. 
Para los antiguos griegos Afrodita constituyó el símbolo del erotismo, al que se ven abocados irremisiblemente los mortales, e incluso, los divinos.
Diosa del amor y del matrimonio, también lo fue de los marineros, quiénes siglos después siguieron con sus mascarones de rotundas bellezas femeninas, surcando las espumosas aguas de los mares.
Afrodita fue criada por Nereo, el anciano rey profético que habita en las profundidades con sus sirenas, las nereidas.
La hermosura de Afrodita y su infidelidad, ocasionaron conflictos entre los dioses y los héroes.

El dios de los pastores, Pan, se muestra con su extraño cuerpo, mitad humano, mitad de salvaje macho cabrío, con arrugas y barba. Ser dotado de gran agilidad, sólo duerme cuando agobia el calor, viviendo cerca de las fuentes y lugares sombríos. Famoso por su ardor de macho cabrío, acosaba a las hermosas ninfas. Entre otros atributos, tiene un cayado de pastor, o una jabalina de cazador.
En esta representación alegórica, Afrodita intenta librarse del lascivo acosador caprino con una coqueta zapatilla, mientras su hijo Eros, interfiere para separarles.
"En realidad (Afrodita) se trata de una divinidad prehelénica que se remonta a las grandes diosas madres del Mediterráneo oriental. Su culto, de origen sirio, se extendió a través de los fenicios desde Chipre y Citera hasta la Grecia continental." Diccionario Espasa de Mitología griega y romana.

Estatua chipriota de piedra caliza correspondiente al período clásico, con Afrodita sosteniendo a Eros alado, de finales del siglo IV a.C. 
Foto: The Met Museum.

"Desde el siglo VIII a. C., los poetas griegos asociaron a la diosa Afrodita con Chipre, pero en la isla la Gran Diosa local no se asimiló con Afrodita hasta el siglo IV a. C., cuando se introdujo el culto a muchas divinidades griegas. En esta obra, la diosa se identifica claramente como Afrodita por la pequeña figura de su hijo Eros, dios alado del amor, que se posa sobre su hombro. Los chipriotas no adoptaron una forma griega convencional de representar a Afrodita, sino que transfirieron su propia iconografía para la Gran Diosa de la isla a sus imágenes de Afrodita. Desde el siglo IX hasta el siglo VI aC, las imágenes de la Gran Diosa chipriota se inspiraron en el arte oriental, especialmente el de la diosa sirofenicia Astarte, que parecía desnuda. A partir del siglo V, se mostró a la diosa local con un tocado alto y redondo decorado con motivos vegetales y florales, como corresponde a una diosa de la fertilidad. Aquí Afrodita lleva una corona decorada con palmetas alternando con mujeres desnudas, recordando las figuras de Astarté. Ella tiene largos mechones que caen sobre sus hombros, un motivo tomado de la escultura griega temprana, y usa un quitón con himation (capa) dibujado sobre la parte posterior del tocado". The Met Museum.

Los orígenes de Eros se pierden en las brumas legendarias de los mitos griegos más antiguos, por lo tanto, suponemos que se trató de un dios muy antiguo, nacido durante el mito de la Tierra y el Tártaro, relacionado con la creación del Día, o con el huevo original engendrado por la Noche, del que surgió el dios griego del Amor; siendo considerado una de las fuerzas principales del mundo, puesto que aseguraba la reproducción, para la continuidad de las especies en la Tierra y ordenaba el Cosmos.
"Poco a poco, bajo el influjo de los poetas, el dios Eros ha ido adquiriendo su fisonomía tradicional. Se le representa como un niño, con frecuencia alado, pero muchas veces sin alas, que se divierte llevando el desasosiego a los corazones. O bien los inflama con su antorcha o los hiere con sus flechas". Pierre Grimal (1912-1996) gran historiador francés, fue miembro de la Escuela Francesa de Roma y profesor de la Sorbona.

Estatua de bronce de Eros durmiente, de estilo helenístico, probablemente griego, o quizá romana, mostrando la predilección artística por los temas más cotidianos, como por ejemplo, la infancia, realizada durante los siglos III a I a.C. 
Foto: The Met Museum.

Pese a representar a un poderoso dios, que antaño fue cruel, aquí se muestra como un niño regordete y plácido. Constituyendo una figura del mundo griego que llenará todo el futuro cristianismo, especialmente durante el Arte Barroco. 
Probablemente proceda de la Isla de Rodas, siendo uno de los pocos ejemplos de este tipo de bronces de la Antigüedad clásica conservados hasta nuestros días. 

La representación de Eros influenciará de forma determinante en el cristianismo, no sólo con los traviesos putti, seres celestiales y mofletudos, niños juguetones con el pecado que acompañan a los personajes sacros o personalidades importantes, como la Virgen, sino que la representación alada del Eros adulto, en su aspecto aún más combativo, será asumida por los arcángeles de grandes alas del arte medieval.


Cerámicas griegas clásicas, de tipo ático con figuras rojas y fondo negro, con la representación del Eros adulto, con sus grandes alas, desnudo, poderoso dios capaz de ocasionar heridas imposibles de curar, las que causaron gran dolor en el espíritu de los humanos: las heridas amorosas. 
La jarra griega de los aceites y las pomadas (Lekythos), que pudo tener un uso ritual funerario, fue muy empleada durante todo el siglo V a.C.
Fotos: The Meet Museum.

"La religión no es un bien que se agrega a las otras posesiones de un pueblo, que puede faltar o estar formado de otra manera. En ella se expresa lo que es más venerable para el hombre. Amor y Ser radican en el mismo fondo y se unen en el espíritu." Walter F. Otto (1874-1958). Erudito teológico y antropólogo. Desde el año 1914 fue profesor de filología latina en Frankfurt, creador de la "Escuela de Frankfurt".


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