La Historia dentro de la Biblia. Israel.


La Historia dentro de la Biblia. Israel. De las tribus a los reinos.

"La tierra de Israel ha sido el hogar de pueblos de diferentes culturas y creencias durante un millón y medio de años." Museo de Israel, Jerusalén.

Figurita de bronce de un bovino de Samaria, de influencia cananea (Antigua Judea, Israel). El toro o becerro pertenece a la Edad de Hierro I (siglo XII a.C.). Su altura es de 12.5 cm y la longitud de 17.5 cm. Fue hallada en la colina de un centro ritual, de culto al aire libre. Recuerda el mítico becerro de oro del Éxodo, y también a los colgantes de becerros de oro, del rey Jeroboam I en Betel y Dan. Hubo un tiempo remoto, en el cual era la representación de un dios en Israel.
La Edad de Hierro de los Israelitas supone su entrada en la Historia (1200 a.C. hasta el 332 a.C.).
Para el estudio histórico se utilizan algunos textos bíblicos y la Arqueología.
Los israelitas al inicio de la Edad de Hierro ocupaban pequeños asentamientos en la región de Samaria y en la Alta Galilea.
Foto: Museo de Israel, Jerusalén.
 "Antes del siglo XIII a.C., durante un período de tiempo indeterminable, los antepasados de Israel, de origen arameo, practican el nomadismo de este a oeste a lo largo del creciente fértil y llegan a la región central y meridional de Palestina. Una parte, probablemente ínfima, prosigue hasta la zona del delta del Nilo, donde quedan detenidos." Pierre Vidal-Naquet (1930-2006). Reconocido historiador francés de la Antigüedad.
La historia bíblica de los hebreos se inició fuera de Palestina, en tiempos de los patriarcas: Abraham y Moisés. 
Según la Biblia, Abraham realizaría un periplo desde Mesopotamia hasta la Tierra de Canaán, por las zonas fértiles del río Eúfrates, bordeando el terrible Desierto Arábigo, y Moisés, emprendería su huida, desde las pantanosas tierras del delta del Nilo, atravesando el Desierto de Paran, o quizá por el Desierto del Monte Sinaí (con un increíble establecimiento de 40 años, en tierras inhabitables) para finalmente dirigirse a la tierra prometida de Canaán. 

"Los israelitas abandonando Egipto". Pintura al óleo sobre lienzo de David Roberts (1796-1864). Pintor escocés, viajero apasionado por el Antiguo Egipto y Próximo Oriente.
Los israelitas llamaron a Egipto "La casa de la esclavitud". La tradición de la liberación de Israel es una de las bases del Pentateuco.
Algunos historiadores han tratado el episodio bíblico como un hecho histórico, realizando los cálculos para concluir una cronología - los textos bíblicos, de incierta datación, utilizan las generaciones - situándolo en el siglo XIII a.C., según las investigaciones, respaldados por los hallazgos arqueológicos realizados en Palestina y Transjordania.
Moisés fue el patriarca con la misión de consolidar la Alianza, representada con el dios protector. Según la tradición bíblica, Moisés condujo el grupo liberado desde Egipto, quizá hasta la región de Madián, para conseguir la Alianza con aquel dios principal, llamado por aquella comunidad, Yahvé.
Foto: Birmingham Museum & Art Gallery.
La intención de la Biblia, vista desde la Historia, fue la de justificar la formación de un Estado, el del pueblo de Israel. Explicando su historia sagrada, relató como Israel se convirtió en un reino, un proceso iniciado por el éxodo y periplos de los antiguos patriarcas y la composición de las Doce tribus de Israel (hacia el año 1200 a.C.) hasta el establecimiento de los reinos de Judá e Israel.


Paisaje geográfico natural de los Montes de Judea. En los montes de Israel y Palestina se encuentran algunas ciudades bíblicas, como Jerusalén. En la Antigüedad estas colinas, con una altura máxima de 1.000 m, fueron muy boscosas.

Los historiadores han interpretado a los patriarcas bíblicos, como unos jefes tribales independientes que terminarían unidos en las Doce tríbus de Israel, bajo un culto en común, representado por el dios Yahvé y un único santuario, aunque éste iría cambiando de emplazamiento (Siquem, Béthel y Silo).

Fotografía realizada en 1898 en Nablus (Siquem). Siquem fue una antigua ciudad de la tierra de Canaán de 4.000 años de antigüedad. Según el mártir cristiano Esteban (Nuevo Testamento) era más vieja que Jerusalén.
Foto: Photography Department of the American Colony Jerusalem

A partir de mediados del siglo XIII a.C. hasta el siglo XI a.C. se documentan en los textos las relaciones entre las tribus de Israel, algunas veces aparecen aliados con los habitantes locales, los cananeos, pero en otras, se producen enfrentamientos bélicos. Durante estos conflictos, irán venciendo a las tribus rivales y asentándose, abandonando la vida nómada, por una sedentaria (urbana o rural) cada una con sus costumbres, lo que dificultará las leyes establecidas por la Alianza.

Siria y Palestina, desde finales del siglo XI a.C. verán la instauración de la monarquía en Israel, y a finales del siglo VI a.C. el final del exilio de los judíos. Estos cinco siglos de historia, se dividen en tres períodos: 


El primero (1025-880 a.C.) Tras perder la supremacía Egipto en el siglo XII a.C. fue un período de libertad y conquistas de guerreros, con la aparición de los estados independientes en forma de reinos. Saúl será el primero en instaurar la monarquía, quien iniciará su reinado con una flamante victoria sobre los filisteos. Muerto Saúl y sus hijos; también acontece la muerte de Jonatán el querido amigo de David, el siguiente en reinar. 
Saúl y David eran rivales, sin embargo, se atribuye a David la autoría de una intensa oda fúnebre:
"Sin sangre de muertos, sin grasa de valientes. El arco de Jonatan nunca volvió, ni la espada de Saúl tornó vacía. Saúl y Jonatán, amados y queridos, ni en la vida ni en la muerte se vieron separados. Más ligeros que las águilas, más fuertes que los leones. Angustias tengo por ti, hermano mío Jonatán, que me fuiste muy dulce: más maravilloso que fue tu amor que el amor de las mujeres."

Mapa de los dos reinos de Israel durante el siglo X a.C. : Reino de Judá (sur) y Reino de Israel (norte).
Mapa American Bible Society, 1888.

"Según la Biblia, los israelitas se convirtieron en un reino. Después de algunas décadas, este reino se dividió en dos; el Reino de Judá en el sur, y el Reino de Israel al norte. La monarquía del sur era pequeña y aislada. Fue gobernado por la Casa de David, un hecho corroborado por una inscripción en una estela conmemorativa que es hasta la fecha la única prueba extra-bíblica de ese período de la existencia del Rey David". Museo de Israel, Jerusalén.

A David le sucedió su hijo, el sabio Salomón. Su construcción más suntuosa fue el palacio, del que el templo, sólo formó una parte. Tardó veinte años en construir ambos. 
El complejo disponía de: patios interiores,  una sala de columnas, la sala del trono de oro y marfil y el harén. Estaba amurallado, con puertas al templo, y tenía un arsenal, construido con puntales de madera de los apreciados cedros del Líbano.
El templo de Salomón en la parte norte, ostentaba un gran atrio, con un altar de sacrificios. Creen que siguió un modelo arquitectónico inspirado en el arte asirio.
El templo tenía tres partes: nártex, nave principal, y cella: en su Sancta Sanctorum poseía unos colosales querubines con alas extendidas sobre el arca de la Alianza, tallados en madera de olivo y recubiertos de oro. En el pórtico del santuario se encontraban dos impresionantes columnas de bronce realizadas por el escultor Hiram de Tiro, con doce toros, diez carros ceremoniales, diez candelabros de oro enfrente del Sancta Sanctorum, más otros elementos destinados para el culto, como recipientes y vasijas.

El harén de Salomón era conocido por su tamaño excepcional. La Reina de Saba quedó maravillada ante el lujo cortesano del rey Salomón. La tradición cuenta que la reina formuló muchas preguntas, que Salomón contestó con mucha sabiduría. Salomón "era más sabio que toda la sabiduría de Babilonia y Egipto".
Imagen: The British Museum, London.



En el segundo período (880-745 a.C.) los asirios hacen su aparición como potencia, para en el tercer período (745-538 a.C.) someter completamente a los judíos.


Inscripción aramea de Jerusalén con la curiosa inscripción:

"Aquí fueron traídos los huesos de Uzías, rey de Judá. ¡No abrán!

El rey Uzías vivió en el siglo VIII a.C., de la casa de David, aunque fue un gran constructor y triunfador, no pudo ser enterrado en las tumbas reales a causa de su terrible enfermedad: murió de lepra. 700 años después de su muerte (período del Segundo Templo de Jerusalén) la ciudad creció y la tumba fue trasladada fuera de sus límites, cuando se realizó la inscripción para ubicar el nuevo emplazamiento de su enterramiento.
Se han documentado algunas inscripciones de reyes nombrados en la Biblia como los reyes de Judá: Uzías, Ahaziyahu, Ezequías y los reyes de Israel: Joram, Jeroboam y Menahem.

Foto: Museo de Israel, Jerusalén.


"El Reino de Judá logró mantenerse independiente, pero 130 años después, el rey de Babilonia, Nabucodonosor, envió a su ejército a hacerse cargo de la rebelde Judá. Jerusalén fue destruida, el templo fue incendiado y gran parte de la población de Judá fue desterrada a Babilonia. Es en este período dramático que la bendición sacerdotal, la copia más antigua de un texto bíblico que se haya encontrado, está fechada en amuletos de plata." Museo de Israel, Jerusalén. (587 a.C.).

"Menos de cincuenta años después del exilio, Ciro, rey de Persia, conquistó Babilonia y permitió que los exiliados de Judá regresaran a su tierra natal y reconstruyeran su templo. Bajo el gobierno persa, Judá se convirtió en una provincia, conocida como Yehud, continuó hasta que fue conquistada una vez más, esta vez por Alejandro Magno en el 332 aC.". Museo de Israel, Jerusalén.


"En el corazón de esta impresionante ciudad se encuentra el Monte del Templo. Los reyes que construyeron la ciudad, en particular los hasmonianos y sus sucesores, y el rey Herodes y sus descendientes, fueron muy influenciados por la cultura grecorromana. Esto se refleja claramente en el estilo de los edificios y en el trazado de las calles; en el recinto sagrado en la cima de la colina; las instalaciones públicas de agua, y otros edificios monumentales dedicatorios, así como en las instalaciones deportivas y de entretenimiento". Museo de Israel, Jerusalén.



Modelo del Segundo Templo de Jerusalén, durante el Imperio Romano. En el año 70 d.C. 
durante el sitio de Jerusalén, 
el futuro emperador Tito destruyó la ciudad y su templo, saqueando sus tesoros y símbolos, como el gran y pesado candelabro de siete brazos.


Imagen: 
Museo de Israel, Jerusalén.






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