Fotografía realizada en 1898 en Nablus (Siquem). Siquem fue una antigua ciudad de la tierra de Canaán de 4.000 años de antigüedad. Según el mártir cristiano Esteban (Nuevo Testamento) era más vieja que Jerusalén. Foto: Photography Department of the American Colony Jerusalem
A partir de mediados del siglo XIII a.C. hasta el siglo XI a.C. se documentan en los textos las relaciones entre las tribus de Israel, algunas veces aparecen aliados con los habitantes locales, los cananeos, pero en otras, se producen enfrentamientos bélicos. Durante estos conflictos, irán venciendo a las tribus rivales y asentándose, abandonando la vida nómada, por una sedentaria (urbana o rural) cada una con sus costumbres, lo que dificultará las leyes establecidas por la Alianza.
Siria y Palestina, desde finales del siglo XI a.C. verán la instauración de la monarquía en Israel, y a finales del siglo VI a.C. el final del exilio de los judíos. Estos cinco siglos de historia, se dividen en tres períodos:
El primero (1025-880 a.C.) Tras perder la supremacía Egipto en el siglo XII a.C. fue un período de libertad y conquistas de guerreros, con la aparición de los estados independientes en forma de reinos. Saúl será el primero en instaurar la monarquía, quien iniciará su reinado con una flamante victoria sobre los filisteos. Muerto Saúl y sus hijos; también acontece la muerte de Jonatán el querido amigo de David, el siguiente en reinar.
Saúl y David eran rivales, sin embargo, se atribuye a David la autoría de una intensa oda fúnebre:
"Sin sangre de muertos, sin grasa de valientes. El arco de Jonatan nunca volvió, ni la espada de Saúl tornó vacía. Saúl y Jonatán, amados y queridos, ni en la vida ni en la muerte se vieron separados. Más ligeros que las águilas, más fuertes que los leones. Angustias tengo por ti, hermano mío Jonatán, que me fuiste muy dulce: más maravilloso que fue tu amor que el amor de las mujeres."
Mapa de los dos reinos de Israel durante el siglo X a.C. : Reino de Judá (sur) y Reino de Israel (norte). Mapa American Bible Society, 1888.
"Según la Biblia, los israelitas se convirtieron en un reino. Después de algunas décadas, este reino se dividió en dos; el Reino de Judá en el sur, y el Reino de Israel al norte. La monarquía del sur era pequeña y aislada. Fue gobernado por la Casa de David, un hecho corroborado por una inscripción en una estela conmemorativa que es hasta la fecha la única prueba extra-bíblica de ese período de la existencia del Rey David". Museo de Israel, Jerusalén.
A David le sucedió su hijo, el sabio Salomón. Su construcción más suntuosa fue el palacio, del que el templo, sólo formó una parte. Tardó veinte años en construir ambos.
El complejo disponía de: patios interiores, una sala de columnas, la sala del trono de oro y marfil y el harén. Estaba amurallado, con puertas al templo, y tenía un arsenal, construido con puntales de madera de los apreciados cedros del Líbano.
El templo de Salomón en la parte norte, ostentaba un gran atrio, con un altar de sacrificios. Creen que siguió un modelo arquitectónico inspirado en el arte asirio.
El templo tenía tres partes: nártex, nave principal, y cella: en su Sancta Sanctorum poseía unos colosales querubines con alas extendidas sobre el arca de la Alianza, tallados en madera de olivo y recubiertos de oro. En el pórtico del santuario se encontraban dos impresionantes columnas de bronce realizadas por el escultor Hiram de Tiro, con doce toros, diez carros ceremoniales, diez candelabros de oro enfrente del Sancta Sanctorum, más otros elementos destinados para el culto, como recipientes y vasijas.
El harén de Salomón era conocido por su tamaño excepcional. La Reina de Saba quedó maravillada ante el lujo cortesano del rey Salomón. La tradición cuenta que la reina formuló muchas preguntas, que Salomón contestó con mucha sabiduría. Salomón "era más sabio que toda la sabiduría de Babilonia y Egipto".
Imagen: The British Museum, London.
En el segundo período (880-745 a.C.) los asirios hacen su aparición como potencia, para en el tercer período (745-538 a.C.) someter completamente a los judíos.
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