Las provincias romanas africanas.

Las provincias romanas africanas en tiempos del Imperio de los Flavios y los Antoninos (S. I y II d.C.)

" La evolución de los territorios de África que formaban las cuatro provincias creadas por los romanos en las costas septentrionales del continente - el África proconsular, Numidia y las dos Mauritanias - muestra caracteres especiales que no concurren en ninguna otra provincia del Imperio." Mijaíl Ivánovich Rostovtzeff (1870-1952) historiador ruso.
  
Mosaico del Mito de Orfeo, Casa de Orfeo, en Volubilis, con la representación de Orfeo entre las fieras. Orfeo, mito tracio, fue el poeta más famoso; tocando su lira (regalo de Apolo) con sus dulces cantos, amansaba a las fieras e incluso cuenta el mito que conseguía que las rocas y los árboles se inclinaran ante su presencia. 

 "El mosaico más importante, que ha dado nombre a la casa, se encontró en el tablinum. Mide unos 80 m². En el motivo central se representa a Orfeo. En 8 compartimentos separados por árboles se distribuyen las fieras. Este mosaico es de gran originalidad" 
 M.ª Paz García-Gelabert y José María Blázquez Martínez. Gabinete de Antigüedades de la Real Academia de la Historia.

 Volubilis perteneció al Reino de la Mauritania  y fue incorporada al Imperio Romano, como provincia de la Mauritania Tingitana (actual Marruecos, Norte de África) llegando a constituir una importante colonia romana.
Foto: Wikimedia Commons.
"África pone de manifiesto mejor que ninguna otra región el poder de creación de la civilización romana."
Sir Fergus Graham Burtholme Millar. Catedrático, Universidad de Oxford.
Anterior a las ciudades romanas de las provincias de África, se encontraba la potencia del Estado cartaginés con capìtal en Cartago, por lo tanto, los romanos no fueron los primeros en desarrollar la vida urbana.
Sin embargo, los historiadores creen que durante el reinado de la dinastía de los Antoninos (96-192 d.C.) la de mayor duración del Imperio Romano, aconteció un desarrollo africano que conduciría al apogeo. 
Cartago, que despertó los celos de Catón, por su floreciente desarrollo agrícola (oliva, frutas y vino) fue borrada, como recuerda la célebre proclama de Carthago delenda est, durante la Tercera Guerra Púnica, a mediados del S. II a.C. aunque pervivieron costumbres y creencias de los cartagineses en el territorio como: el Santuario púnico de Hadrumeto (en uso hasta el S. I d.C.); las esculturas del Santuario de Tidro (con la representación de personajes realizando sacrificios y las mujeres con característicos y altos gorros cónicos púnicos); inscripciones y continuidad de la lengua semítica púnica (hasta en tiempos de San Agustín, siglo V d.C. en Numidia). Incluso perduró el antiguo libio,  la lengua autóctona anterior a los cartagineses, con un corpus de mil inscripciones en Túnez y Argelia, con un alfabeto similar al de los Tuaregs.

El éxito de África romana se debió en gran parte a la centuriación , con la división y reparto en parcelas de tierras rectangulares siguiendo las principales vías, que efectuó el ejército romano.
Después de la destrucción de Cartago, en la nueva centuriación del territorio, Cayo Graco, ambicioso de la reconstrucción de una Cartago romana, repartió parcelas de 200 a 300 iugera a 6.000 colonos romanos.

Busto de Ptolomeo del Mausoleo Real de Mauritania, último rey de la clientela romana de Mauritania (9 a.C.-40 d.C.).
Hijo de Juba II  de Numídia y Mauritania , y de Cleopatra Selene.
En el 14 d.C. Mauritania era un reino cliente regido por Juba, un rey conocido por su elevada cultura que extendió el helenismo, en Iol, su capital, rebautizada como Cesarea y que convirtió en una ciudad grecorromana.
En el año 40 d.C. Calígula ejecutó a Ptolomeo y se anexionó su reino, enfrentándose a la resitencia armada de Edemón, liberto de Ptolomeo. La revuelta fue aplastada por los romanos y se dividió a Mauritania en dos provincias, al este la Cesariense y la Tingitana, bajo el mando de procuradores ecuestres. 

Foto: Wikimedia Commons.
Bajo el reinado de Augusto y Tiberio hubo gran necesidad de tierras, entrando en conflictos y guerras con las tribus indígenas, como las  dirigidas por el caudillo númida Tacfarinas, quien murió en batalla, durante el mandato del sucesor de Augusto, Tiberio (14-37 d.C) por su alianza con el rey Ptolomeo de Mauritania (reinado del 20 al 40 d.C.) que le dio el triunfo.

Las vías africanas militares más importantes fueron dos: la que partió desde la ciudad de Cartago para evitar el Aurès, y la de Tacape, hasta Leptis Magna, en Tripolitania (El Magreb). Al construir estas vías militares se facilitó el asentamiento de las tribus nómandas.
También se cree que pudo existir unas defensas romanas, durante el reinado de Adriano (117-138 d.C.) desde Tripolitania hasta Numidia (Argelia y Túnez). 

As romano de Adriano (117-138 d.C.) de la provincia de África, personificada como una mujer con tocado de cabeza de elefante. África se muestra en posición reclinada, sujetando una cornucopia en una mano y con un escorpión en la otra, en sus pies se representa un recipiente que contiene unas espigas.
 Foto: Classical Numismatic Group, Inc 

A pesar de las vías de penetración y la organización militar, hubieron muchos conflictos, como aconteció en todas las conquistas y colonizaciones romanas, no sólo con los pueblos norteafricanos, sino también entre los propios comandantes y cargos ambiciosos. En época del emperador Vespasiano (69-79 d.C.) el procurador Luceyo Albino, gobernador de la Mauritania, se propuso invadir Hispania, bajo el mando de Otón (el emperador que reinó tres meses, de enero a abril del año 69 d.C.) pero fue muerto mientras navegaba de la Mauritania Tingitana (Noroeste de Marruecos) a la Cesariense (Cherchell, Argel). Ambas provincias habían sido creadas por el emperador Claudio en el S. I d.C., al dividir el antiguo Reino de Mauritania.
En el año 70 d.C. durante el reinado de Vespasiano, el procónsul de África cayó víctima de las tropas del legado. Por otro lado, las ciudades de Ea y Leptis Magna entraron en guerra.
Todos estos conflictos, en tiempos de la dinastía de los Flavios, no consiguieron frenar la expansión urbanística, y la romanización continuó.

En un principio, durante estas colonizaciones, las tribus no fueron aniquiladas ni expulsadas de sus territorios, sino que se siguió el mismo plan utilizado con los árabes, asentarles en sus países, o en el peor de los casos, trasladándolas a otras regiones.

Los colonos romanos fueron veteranos y civiles de la inmigración romana, que entraron en relaciones con la aristocracia local, transformando las tierras en grandes propiedades, que eran vendidas a la aristocracia imperial o reservadas a los emperadores y sus clanes familiares (definitio).
Las tierras entregadas a los indígenas no eran suficientes para atender a toda la población, puesto que con la llegada de los romanos se produce un crecimiento demográfico, producto del desarrollo de las ciudades y las explotaciones agrarias; entonces las personas tuvieron que arrendar las fincas a los propietarios forasteros o indígenas, y en el más duro de los casos, trabajar como jornaleras.
Sin embargo, pese a  la difusión creciente de la vida urbana, descrita con admiración por los viajeros que visitaron las ruinas del África septentrional, no se consiguió que la vida urbana fuera mayor a la agraria, puesto que se considera a los habitantes urbanos una minoría, respecto al gran número de campesinos, en su mayoría indígenas.
En las tierras de las ciudades los propietarios eran los ciudadanos más ricos, descendientes de los primeros coloni que fueron enviados por el emperador, de los primeros inmigrantes romanos, o de la pequeña aristocracia púnica-bereber.

Ciudad romana de Madaurus (Algeria).  Bajo el reinado del emperador Nerva (96-98 d.C.) se asentó una colonia de militares veteranos romanos, adquiriendo el título de "Colonia Flavia Augusta Veteranorum Madaurensium"

Foto: Michel-Georges Bernard / Wikipedia

" No muy lejos de Madaurus y Ammaedara vivía otra gran tribu, la de los númidas, que reaparece también en otros tres lugares muy distantes: en Cellae (Ain Zuarin), en Masculula (cerca de Kef) y en la Mautirania Caesariensis, provincia en la cual hallamos un distrito asignado por Adriano a los númidas. Indudablemente se trataba de una tribu numerosa y fuerte, que fue fraccionada en varios grupos." 
 Mijaíl Ivánovich Rostovtzeff (1870-1952) historiador ruso.

Arco romano de Trajano (98-117 d.C.) en Timgad, Algeria. El arco era la puerta triunfal del decumano. La ciudad fue fundada por Trajano como una colonia de veteranos, según la inscripción, construida por los militares de la III Augusta en el año 100 d.C. El arco triunfal era afín a la puerta de la ciudad, de tipo conmemorativo. Por las representaciones de los arcos en las monedas se observó que estaban coronados de esculturas. Sus hornacinas debieron contener estatuas. En el ático ostentaría más esculturas y un carro como figura principal.
En Timgad se conservan otros monumentos importantes como el foro y teatro.
Foto: Yoce/Wikipedia.



Expediciones militares realizadas por los romanos entre el S. I a.C. y S. II a.C. desde la provincia de África romana, al África Occidental Subsahariana. Se sucedieron hasta el S. IV d.C. para la obtención de oro y especias. La expedición realizada en el año 41 d.C. por el cónsul romano Suetonius Paulinus, fue la primera que comandó un ejército a través de la cordillera del Atlas, que tardó diez días en llegar a las cimas nevadas. También entró en el desierto del sur de Marruecos y algunos de los legionarios romanos se aproximarían al río Daras (río Senegal).
Mapa: Cresthaven/Creative Commons.


























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